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Han pasado solo quince días desde que dio la bienvenida a su segunda hija y está así de radiante. Carla Pereyra se confesó feliz en el primer compromiso público al que acudió tras su reciente maternidad, pues la llegada de Valentina ha sido el mejor regalo. En esta ocasión, un evento organizado dentro de los actos previstos de la feria internacional de arte MARCO que se celebra en Madrid, presumió no solo de figura, tras una estupenda recuperación, sino de anillo de compromiso. “El secreto al final ha sido mantenerme en el embarazo muy bien, tuve un embarazo superbueno y no cogí mucho peso como en el embarazo anterior” confesó a Europa Press sobre su rápida recuperación física. “Dar el pecho es fundamental, es lo que también nos hace a las mujeres poder recuperarnos antes y le hace muy bien al bebé”.
La modelo recordó que solo engordó unos ocho o nueve kilos y que el parto fue muy bien. “Fue superrápido y Diego estuvo conmigo, fue maravilloso” contó. Sobre esta segunda maternidad (y parto), explicó que había sido un poco diferente a la primera. “Soy muy emocional, me lo pasé llorando. Me emocionaba pensar que Francesca iba a dejar de ser hija única. Al final es un hijo, una vida nueva, es todo distinto y te adaptas al bebé, pero es verdad que no puedes dejar a la otra niña. Te repartes y sientes que eres mala madre y de repente es el mejor momento de tu vida”. Francesca tiene ya dos años y, como aseguró Carla, “es una hermana mayor estupenda”. “Tiene un amor increíble por su hermana y eso se agradece. Se acerca, le quiere cambiar el pañal... Le quiere hacer de todo, piensa que es su bebé” cuenta con simpatía.
Define a Valentina como una niña tranquila y asegura que, aunque el tema de los parecidos es complicado, se parece mucho a su hermana Francesca. Con dos niños tiene suficiente, como asegura: “Con dos me planto feliz y además Diego tiene tres niños que se han involucrado muy bien en nuestra familia, no son mis hijos, pero son sus hijos y son los hermanos de mis hijas, con lo cual tengo una relación estupenda”. La llegada de su bebé, el pasado 11 de febrero, ha hecho que deje de momento a un lado los preparativos de su próximo enlace. “Todavía no me hago a la idea. Tengo aparcado el tema, ya pondremos fecha”. No hay nada cerrado, aunque Carla da algunas pistas sobre cómo le gustaría que fuera: en verano y quizá en Argentina. “Quiero que sea poca gente, nuestra gente más cercana y la gente que ha vivido sobre todo nuestra relación, pero luego ya veré”.
Con respecto al secreto mejor guardado de toda novia, el vestido, tampoco puede avanzar el nombre del diseñador, aunque sí el estilo que prefiere. “Me gustaría algo romántico, creo que es un momento romántico y si no te pones cursi y te vistes así ese día... Pero tampoco tanto, sí que quiero que sea algo versátil y de moda porque al final es nuestra profesión, nos gusta jugar con eso y porque también quiero disfrutar ese día. Quiero disfrutarlo, quiero que el vestido acabe diciendo: '¡Qué buena boda me he pegado!'. Cuando me siente con el diseñador, me apetece mucho, ya ahí empezaré a imaginar. El vestido es tan importante que la boda irá a juego con él”. ¿Y el color? “De blanco no creo, sí un blanco marfil, ya veremos también cómo me seduce el diseñador”.
"Sí, nos vamos a casar y estamos muy felices” aseguró Carla Pereyra en las páginas de la revista ¡HOLA!, poco antes de dar a luz a su segunda hija. Después de más de cinco años de relación y dos hijas en común, este era el paso natural para la pareja, como señala Carla. “Que Diego me pidiera matrimonio fue una sorpresa total, pero era un paso que nuestro propio camino nos marcaba” señaló.
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