Daria Zhukova, la discreta novia del multimillonario Roman Abramovich

La modelo es hija de un magnate ruso del sector inmobiliario, tiene una galería de arte en Moscú y también fue novia del tenista Marat Safin

Por hola.com

Familiarmente la llaman 'Dasha', pero son muy pocos los que conocen de cerca a la mujer que ha robado el corazón de uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo. La relación sentimental de esta modelo con Roman Abramovich supuso el fin del matrimonio que el propietario del Chelsea mantenía con su segunda esposa, Irina. Tras pagarle a su ex mujer una cifra verdaderamente astronómica (estaría rondando los 8.000 millones de dólares), el magnate decidió hacer público su noviazgo con Daria Zhukova.

Ni una convivencia que duró quince años ni sus cinco hijos en común supusieron un impedimento para que Roman y Daria se hayan vuelto inseparables desde hace poco más de un año. También ella finalizó su romance con el famoso tenista ruso Marat Safin cuando conoció a su nuevo novio. La actual pareja del multimillonario tiene 27 años y es de origen ruso. Su padre es un próspero empresario dedicado al sector inmobiliario y hace tiempo que mantenía una estrecha amistad con Abramovich. Al parecer esta escultural modelo ha residido en Estados Unidos, donde recibió parte de su formación académica, y posteriormente se trasladó a Londres, tiempo en el que creó su propia línea de moda.

Sin embargo, la auténtica pasión de Daria es el arte. Por eso abrió el verano pasado una suntuosa galería en Moscú, 'El garage', a cuya inauguración acudieron destacados miembros de la jet set internacional. Como no podía ser de otra forma, el primero en apoyar esta nueva aventura laboral fue su riquísimo novio. Como muestra, valga el espléndido regalo que le hizo: las dos obras más cotizadas de Lucian Freud y Francis Bacon, que le supusieron un desembolso de 76,5 millones de euros.

Una relación con visos de futuro
Actualmente la pareja reside en Londres y son muchos los que apuntan a que próximamente contraerán matrimonio. Mientras tanto, Roman Abramovich se dedica a mimar a su novia con viajes, barcos y mansiones de ensueño. Y ella parece haberse adaptado a la perfección a ir de vacaciones a exclusivos destinos como Portofino o Saint Tropez, a bordo del Pelorus (propiedad de Abramovich), el 11º barco más grande del mundo y con todas las comodidades imaginables en su interior. También ocupan su tiempo libre comprando en las tiendas más exclusivas del mundo. Sin embargo parece que no les gusta hacer ostentación de su felicidad y su magnífica vida, por lo que sus apariciones juntos en público son escasas y caracterizadas por una absoluta discrección.