El Cirque du Soleil, ese espectáculo de origen canadiense que lleva años iluminando el mundo con sus coreografías únicas, ha ocupado todos y cada uno de los espacios del Kodak Theatre. Un espectáculo, con toques galácticos, que ha reproducido en el escenario del teatro las más insólitas escenas del cinematógrafo. Celuloide y realidad iban motivando los aplausos de los más de tres mil asistentes a la 74 gala de los Oscar. Aros, fuego, cintas, camas elásticas, todos los elementos necesarios para creer que volar es posible más allá de la pantalla.
El Kodak Theatre, este escenario excepcional para un espectáculo de la envergadura del ofrecido esta noche por el Cirque du Soleil, ha costado más de noventa y cuatro millones de dólares. Con un patio de butacas y tres niveles más, todos los asistentes han podido disfrutar de la coreografía; ni siquiera aquellos que ocupan los veinticuatro palcos han encontrado impedimento para seguir fotograma a fotograma, pirueta a pirueta, el soberbio trabajo del Cirque Du Soleil.
)
)
)
)
)
)
)
)
