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50min
Media
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¡HOLA! COCINA
Estos bocaditos son absolutamente irresistibles para cualquier goloso: el crujiente del hojaldre, el sabor a vainilla y canela, la cremosidad del interior... Un dulce que puede funcionar tanto como postre para un almuerzo o cena en una ocasión especial, o como alternativa para una merienda de verdadero capricho, acompañado por una taza de té o café.
- 2 láminas de Masa de hojaldre
- 40 g de Mantequilla
El relleno
- 4 Hojas de gelatina neutra
- 750 ml de Leche
- 1 Vaina de vainilla
- 1 rama de Canela
- 6 Yemas de huevo
- 150 g de Azúcar
- 40 g de Harina de maíz
- 250 ml de Nata de repostería
Decorar
- 3 cs de Azúcar glas
- 1 cucharada de Canela en polvo
-
1.
Poner las láminas de hojaldre en papel antiadherente y pinchar con un tenedor la superficie.
-
2.
Derretir la mantequilla y pincelar con ella las láminas.
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3.
Hornear 15 min o hasta que comiencen a dorarse.
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4.
Sacar del horno y dejar enfriar.
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1.
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
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2.
Poner en un cazo a fuego medio la leche con la vaina de vainilla abierta y la rama de canela y llevar a ebullición.
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3.
Por otro lado, batir las yemas con el azúcar hasta que estén espumosas, añadir la harina, verter sobre la leche caliente y remover a fuego lento, sin dejar de hacerlo, con cuidado de que no hierva. Retirar del fuego, desechar la vaina de vainilla y la rama de canela y agregar la gelatina bien escurrida.
-
4.
Remover hasta que esté completamente disuelta.
-
5.
Montar la nata y, cuando la crema comience a gelificarse, echar la nata, mezclar y poner sobre una de las láminas de hojaldre.
-
6.
Tapar con la otra, alisar por los laterales y refrigerar durante al menos 3 h.
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7.
Pasado este tiempo, sacar del frigorífico y partir con cuidado en 15 porciones.
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1.
Espolvorear el azúcar glas y un poco de canela en polvo.
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