Preparamos una tarta cuya combinación no puede ser más explosiva: chocolate y queso, ideal para cualquier momento y especial para disfrutar en Halloween. La base es masa quebrada, el relleno lo preparamos con chocolate, nata y queso crema y la decoración la hacemos a base de gusanos de gominola.
Para la base
- 200 g de Harina de repostería
- 100 g de Mantequilla
- 1 unidad de Huevo
- 1 pizca de Sal
- 50 g de Azúcar glas
Para el relleno
- 300 g de Chocolate para postres
- 400 ml de Nata para montar
- 75 g de Azúcar blanca
- 75 ml de Leche
- 3 ud de Hojas de gelatina
- 400 g de Queso crema
LA BASE
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1.
Echa en un bol grande la harina tamizada y añade la mantequilla fría cortada en pequeños cubos y mezcla ambos ingredientes con la yema de los dedos hasta obtener una mezcla arenosa.
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2.
Añade la sal, el azúcar y el huevo y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea, forma una bola y envuelve con papel film.
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3.
Deja reposar una hora en la nevera.
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4.
Precalienta el horno a 180 grados.
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5.
Estira la masa con rodillo sobre una superficie enharinada y cubre con ella un molde redondo engrasado con mantequilla.
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6.
Pincha con un tenedor, coloca unos garbanzos encima y mete en el horno durante 10 minutos.
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7.
Saca del horno, retira los garbanzos y hornea de nuevo otros 10-15 minutos.
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1.
Pon a calentar en un cazo la nata, el azúcar, el queso y el chocolate troceado e ir removiendo a fuego suave hasta que se funda.
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2.
Remoja las hojas de gelatina con agua, escurre y añade a la mezcla interior removiendo hasta que se integren.
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3.
Deja templar y rellena con esta mezcla el molde.
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1.
Introduce la tarta en la nevera unas 3-4 horas.
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2.
Saca la tarta y decora con los gusanos de gominola.
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