Hay dos cosas que nos gustan de este postre: una es su presentación en vasito o en copa y la otra es que es una especie de tarta de queso en frío. También nos encanta el toque tropical y dulce que le aporta el mango. Lo vamos a terminar con unos frutos del bosque.
Para la capa de queso
- 175 g de Azúcar blanca
- 4 ud de Hojas de gelatina
- 0.5 litro de Nata para montar
- 0.5 kilogramo de Queso fresco
Para la capa de mango
- 1 unidad de Mango
- 1 litro de Zumo de mango
- 3 ud de Hojas de gelatina
Otros
- Frutos del bosque
LA CAPA DE MANGO
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1.
Ponemos las hojas de gelatina en remojo.
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2.
Ponemos a calentar en un cazo el zumo de mango y disolvemos las hojas de gelatina.
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3.
Pelamos el mango, le quitamos el hueso, lo troceamos, lo juntamos con la mezcla de zumo y gelatina y trituramos bien.
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4.
Echamos una capa de esta mezcla en 4 vasitos.
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5.
Los metemos en la nevera durante unas 2 horas hasta que se cuajen.
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1.
Ponemos las hojas de gelatina en remojo.
-
2.
Calentamos una tercera parte de la nata en un cazo al fuego, le incorporamos la gelatina y el azúcar y vigilamos que no llegue a hervir.
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3.
Retiramos del fuego.
-
4.
Semi montamos el resto de la nata.
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5.
Mezclamos el contenido del cazo, la nata semi montada y el queso fresco con una varilla.
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6.
Sacamos los vasitos de la nevera donde hemos puesto el mango y llenamos con la crema de queso.
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7.
Volvemos a meter en la nevera durante otras 2-3 horas y decoramos con los frutos del bosque.
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