Diez años después de separarse del príncipe Andrés, Sarah Ferguson ha revelado que está preparada y absolutamente decidida a ampliar su familia, con o sin marido. "De una u otra manera, tendré otro bebé. Aunque sea sola", comentó al periódico británico The Observer.
La Duquesa planea convertirse de nuevo en mamá y, según ha declarado al rotativo, no descarta la adopción como posible vía para conseguir la meta de su nueva maternidad. De hecho, en el caso de que no encontrara al hombre idóneo para casarse nuevamente o "si rebasara la edad fértil para tener otro hijo, entonces, lo adoptaría".
Un divorcio atípico No cabe ninguna duda de que Sarah Ferguson y el príncipe Andrés han roto el cliché de divorciados mal avenidos. Pese a llevar diez años separados, conviven juntos en la misma casa, llegándose a hablar, por ello, y en más de una ocasión, de una inminente reconciliación entre los Duques de York. "Cuando ambos estamos en casa, uno es el apoyo del otro" ratifica Sarah, con estas palabras, su buena relación.
Sin embargo, no hay vuelta atrás para la Duquesa: "Yo podría levantarme de un salto y darle un abrazo y él lo mismo a mí. Pero todo se quedaría ahí. Somos muy honestos sobre nuestra relación, tenemos muy claro por qué nos separamos, primero, y por qué nos divorciamos, diez años después. Él estaba lejos en el mar 320 días a año y yo, que soy una persona muy apasionada, quería tener a mi marido a mí lado".
Más autoestima Por otro lado, Sarah, que tiene dos hijas, la princesa Beatriz, de 14 años, y la princesa Eugenia, de 12, nacidas de su matrimonio con el hijo de Isabel II, confesó que está recuperando su autoestima, gravemente dañada debido a sus problemas de peso y a sus constantes apariciones en los tabloides, que llegaron a calificarla como 'Duchess of pork'.
