Conozca la historia de la Carroza de oro
No se reparó en gastos cuando se construyó la carroza para George III (1762) que había pedido expresamente - el coste total del coche casi 8.000 libras (5.120 euros)- que fuera esplendorosa. No en vano, se contrató para tan exquisito trabajo al arquitecto más reconocido de aquellos tiempos, Guillermo Chambers, que realizó su obra con la ayuda de un famoso pintor, Giovanni Battista Cipriani y de un escultor, José Wilton.
Ocho paneles y la cabeza de un dios
Los ocho paneles laterales fueron encargados al artista florentino, Battista Cipriani, que recibió 315 libras de aquel entonces (unos 202 euros) por pintar las escenas alegóricas que reflejaban la grandeza de Inglaterra. La construcción de la cabeza de un "dios", dorada, y tallada minuciosamente mirando hacia fuera, bajo las puertas del carruaje, fue la maravillosa aportación del escultor José Wilton.
El primer paseo
George III no la usó para su coronación ni para su boda con la princesa Charlotte of Mecklenburg-Strelitz pero sí, en noviembre de 1762, cuando ésta fue sacada a la calle, por primera vez, con motivo de la tradicional sesión de apertura del Parlamento.
Los periódicos de la época escribieron a la hora de definirla: "Con una elegancia y una grandeza sin precedentes en todos los reinos de Europa".
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El primer paseo
George III no la usó para su coronación ni para su boda con la princesa Charlotte of Mecklenburg-Strelitz pero sí, en noviembre de 1762, cuando ésta fue sacada a la calle, por primera vez, con motivo de la tradicional sesión de apertura del Parlamento.
Los periódicos de la época escribieron a la hora de definirla: "Con una elegancia y una grandeza sin precedentes en todos los reinos de Europa".