Los príncipes Federico y Mary supervisan las reformas de su futura residencia real
Uno de los planes más apetecibles cuando uno está a punto de cambiar de casa es supervisar las obras y reformas del que se convertirá en el nuevo hogar familiar. También lo es para los miembros reales, como han demostrado los príncipes Federico y Mary. Así, con el entusiasmo de dos inquilinos más que están a punto de trasladarse a una nueva propiedad, los Herederos visitaron junto a su hijo mayor la que será su próxima residencia.
Antigua mansión de la reina Ingrid
La visita de Federico y Mary de Dinamarca supuso un breve paréntesis a las reformas, que se están llevando a cabo en el comedor de gala de la mansión de Federico VIII en el Palacio de Amalienborg en Copenhague, y una celebración con discurso real y ágape. Los Herederos, que aprovechan cada oportunidad para presumir de su creciente familia, asistieron con su hijo mayor, el príncipe Christian, de dos años, que junto a su hermana, la princesa Isabella, reinará también en su nueva casa. Juntos, los tres supervisaron todos los detelles de la reformada mansión, la misma que una vez perteneció a la abuela materna del [príncipe Federico], la reina Ingrid, su última inquilina.
La soberana -madre de la reina Margarita- vivió allí hasta que falleció en noviembre de 2000, ahora, cuando las obras estén terminadas, se convertirá en el hogar en Copenhague de los futuros Reyes.
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