Si bien la depresión de la que se recupera la princesa Masako la mantiene aún apartada de sus compromisos oficiales, esta especie de semi baja le permite disfrutar de más tiempo para cumplir con sus obligaciones como esposa y madre al cuidado de su única hija. Así que, mientras las fotos de la Princesa asistiendo a un acto público se cuentan con cuentagotas -si bien es cierto que recientemente vimos a la Princesa en su primer viaje oficial fuera de Tokio-, las de la Heredera llevando o recogiendo a la pequeña Aiko del colegio se han hecho ya habituales.
Las que acompañan estas líneas no son distintas a las ya vistas, pero, aparte de constituir una magnífica estampa familiar y una ocasión formidable de ver a la pequeña Princesa cómo se hace una señorita, suponen el testimonio gráfico de uno de sus trayectos más felices de madre e hija. A la misma hora de siempre y vestida como todos los días de cole, con el uniforme escolar, la princesa Aiko emprendía de la mano de su mamá el rutinario recorrido matutino, aunque este vez con un itinerario distinto del acostumbrado y, sobre todo, con un destino mucho más atractivo y apetecible que las aulas de la escuela de la pequeña: las instalaciones del parque zoológico. La princesa Masako, entregada a su papel de madre, no quiso perderse la emoción y excitación de la niña, que lo pasó en grande en esta clase extraescolar que tenía como materia de estudio el reino animal.
