La Casa Imperial japonesa continúa con la celebración de los rituales y ceremonias que manda la tradición en los primeros meses de vida del príncipe Hisaito. Por eso, y nada más cumplir éste 120 días, el pequeño fue sometido a la ceremonia de la primera comida formal: el Ohashizome. Un acto milenario con el que cumple la Familia Imperial para que sus descendientes tengan salud y una larga vida. El Ohashizome, celebrado en honor a los dioses que han protegido a la Familia Imperial a lo largo de los siglos para que nunca falte el alimento en la vida de los recién nacidos, consiste en introducir unos palillos chinos en un cuenco con una especie de papilla hecha a base de avena, leche y judías y introducirlos en la boca del bebé. Además, se coloca frente a al pequeño un pescado salado y algunas piedras azules para lograr dar a la príncipe inteligencia y unos dientes sanos. Durante esta semana, en la que el nieto de los emperadores ha sido llevado por sus padres, el príncipe Akishino, y su madre, la princesa Kiko, por la ruta de los edificios sagrados: el Kashikodoro, el Koreiden y el Shinden, la Agencia Imperal ha notificado que el príncipe "pesa 6,658 kilos; mide 64.5 centímetros y sonríe con frecuencia".