Un número indeterminado de regalos y cartas privadas escritas por la reina Isabel II de Inglaterra a la comadrona que la asistió en el parto de sus cuatro hijos salieron a la venta el pasado 16 de enero en la casa de subastas Bonhams, en Bath (al oeste de Inglaterra). Un comprador anónimo pagó por ellas 5.820 euros, precio diez veces superior al que inicialmente se calculaba que alcanzarían.
Las cartas recibidas por la comadrona, conocida en su círculo como Rowie , aportan, según la casa de subastas, una visión diferente de la vida privada de la Reina y sus hijos. Destaca especialmente una del año 1950, cuando el heredero al trono británico, el [príncipe Carlos], estaba a punto de cumplir dos años y la princesa Ana tenía siete semanas. Carlos tiene un apetito insaciable y cada día engorda más, escribió la Reina el 4 de octubre de 1950 a Rowie -así de dirigía la soberana a Helen Rowe, su comadrona-, y la princesa Ana tiene unas preciosas mejillas sonrosadas.
Cinco de las misivas que salieron a subasta están firmadas por Elisabeth R (Regina), y se refieren al próximo nacimiento del príncipe Andrés. Los niños están muy nerviosos por las noticias sobre el bebé, sobre todo Carlos, a quien le encantan los niños pequeños, escribe la Reina.
Asistió a la Reina en todos sus partos La hermana Helen Rowe, una de las mejores parteras del Reino Unido, ayudó a la soberana a alumbrar al príncipe Carlos, heredero al trono, en 1948, y a sus tres hermanos, la princesa Ana (1950) y los príncipes Andrés (1960) y Eduardo (1964).
La hermana Helen Rowe, a la que la Reina se dirigía en ocasiones como querida Rowie, falleció en 1966 y conservaba varias cartas de [Isabel II], fotografías y otros objetos de la Familia Real británica recibidos a lo largo de su vida. Entre ellos una mantelería de té de lino blanco bordada con las firmas de miembros de la Familia Real y una fotografía de boda de la Reina y el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, firmada por ellos, así como felicitaciones de Navidad enviadas por la pareja real, entre ellas una fechada en 1949, y que saldrán igualmente a subasta. La casa Bonhams no ha facilitado la identidad del vendedor de estos objetos y cartas, al parecer por su deseo de permanecer en el anonimato.
