En medio de una enorme expectación ciudadana y como ya viene siendo habitual en los últimos años, los Reyes, el príncipe Felipe y los Duques de Palma dieron por finalizadas sus vacaciones de Semana Santa asistiendo el pasado domingo a una solemne misa de Pascua de Resurrección en Catedral de la ciudad de Mallorca.
En el interior del templo, la [Familia Real española], que siguió la celebración de la Eucaristía oficiada por el obispo de Mallorca, Teodoro Úbeda, desde los reclinatorios situados frente al altar mayor, disfrutó al igual que otros cientos de ciudadanos de la intervención del Coro Infantil de la Orquesta Filarmónica de Desdre, así como de la del joven violinista mallorquín Francesc García Fullana.
Premios Princesa Sofía Podría decirse, así, que los Reyes de España han terminado sus vacaciones de la misma manera en la que las empezaron la pasada semana cuando, y a la espera de que se les uniera el príncipe Felipe y los duques de Palma, asistieron en la Seu al concierto de la 'Pasión según San Juan' de Haendel, a cargo de la orquesta de cámara de Szeged y el coro Cánticum de Hungría. Un acto al que seguiría un único compromiso oficial: los premios correspondientes a las categorías olímpicas del XXXIV Trofeo SAR Princesa Sofía-Madrid 2012, en el Palacio de Congresos del Pueblo Español de Palma, que estuvo presidio por la Reina y su hijo, el príncipe Felipe.
Los actos oficiales no les impidieron, no obstante, disfrutar de unas maravillosas vacaciones familiares -aún con la pesada ausencia de los Duques de Lugo y sus hijos que viajarán a España a finales de este mes para asistir a los funerales de don Juan de Borbón y la visita de Su Santidad el Papa. Durante estas jornadas de descanso, el Príncipe se ha dedicado a pasear, tomar el sol y leer; la Reina a estar con sus nietos Juan Valentín, Pablo Nicolás y Miguel a los que, un año más, ha llevado al delfinario del zoo marino de Marineland, Calviá, (Mallorca); En cuanto al Rey, que a penas se ha dejado ver en estos días, [disfruto del mar] en su lancha la gomona, como la llama cariñosamente la Familia Real aludiendo al material del que está hecha.
