Gema Ruiz: 'Cada uno tiene derecho a rehacer su vida y ahora la mía está en Sevilla'
La cordobesa asegura que contraerá matrimonio con Rafael Leflet en cuanto él obtenga el divorcio
Gema Ruiz se enfrenta a un verano decisivo, quizás el último que viva en Madrid antes de trasladarse a Sevilla, donde reside su pareja, Rafael Leflet, y le gustaría instalarse con sus dos hijos, Iñigo y Alfonso. Gema está pasando las vacaciones en Ibiza, donde el empresario sevillano tiene atracado su barco. Sus planes para estos próximos meses tienen dos prioridades: "estar con mis niños y con mi chico".
Y después de agosto verá donde se instala: "Todavía no sé si me iré en septiembre a Sevilla, pero me gustaría". El cambio de domicilio podría afectar la relación de su ex marido, Francisco Álvarez Cascos, con sus dos hijos pero Gema mantiene que todo seguirá igual por el bien de los pequeños: "Él es el padre de mis hijos y podrá verles siempre que quiera, yo no voy a privar a mis hijos de estar con su padre, nunca lo he hecho. Además, él tiene que saber que mis hijos tienen que ir donde yo vaya. Cada uno tiene derecho en rehacer su vida y ahora la mía está en Sevilla, supongo que la Justicia lo entenderá".
La boda, por el momento, tendrá que esperar hasta que Rafael obtenga el divorcio: "Me casaré cuando pueda, de blanco, aunque no por la Iglesia, ya que él está casado por la Iglesia. Aunque estamos igual que si estuviésemos casados. Llevo el anillo de pedida".
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Y después de agosto verá donde se instala: "Todavía no sé si me iré en septiembre a Sevilla, pero me gustaría". El cambio de domicilio podría afectar la relación de su ex marido, Francisco Álvarez Cascos, con sus dos hijos pero Gema mantiene que todo seguirá igual por el bien de los pequeños: "Él es el padre de mis hijos y podrá verles siempre que quiera, yo no voy a privar a mis hijos de estar con su padre, nunca lo he hecho. Además, él tiene que saber que mis hijos tienen que ir donde yo vaya. Cada uno tiene derecho en rehacer su vida y ahora la mía está en Sevilla, supongo que la Justicia lo entenderá".
La boda, por el momento, tendrá que esperar hasta que Rafael obtenga el divorcio: "Me casaré cuando pueda, de blanco, aunque no por la Iglesia, ya que él está casado por la Iglesia. Aunque estamos igual que si estuviésemos casados. Llevo el anillo de pedida".