Todas las claves de la vacuna de la gripe
Para defenderse del molesto virus y evitarlo, el medio más eficaz es vacunarse
Además, cualquier persona con buen estado de salud y con capacidad inmunológica normal. Los niños pueden hacerlo a partir de los seis meses. No deben vacunarse aquellas personas que tengan alergia a las proteínas del huevo y tampoco se deben vacunar en el curso de una enfermedad febril aguda o durante el primer trimestre del embarazo. Por otro lado, sobre los efectos secundarios, hay que tener en cuenta que es una vacuna que se tolera muy bien. En ocasiones, se puede presentar una reacción local pasajera en la zona del pinchazo. A veces, hay síntomas generales leves como febrícula, molestias musculares o dolor leve de cabeza.
La mejor época para vacunarse es en el comienzo del otoño (septiembre y octubre). Ésta se debe realizar a través de una sola dosis en la inyección subcutánea profunda. Para vacunar a los niños, la dosis se fracciona en distintas dosis separadas por 20 días.Su composición
Se fabrica según fórmulas recomendadas anualmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en función de los datos epidemiológicos previos. Está formada por virus gripales fraccionados, cultivados en embrión de pollo y posteriormente inactivados, purificados y concentrados. La composición varía de año en año teniendo en cuenta las epidemias que se han producido con anterioridad. Estamos, por tanto, ante un tratamiento de temporada, por lo que se debe utilizar solamente la del año en curso. Estos cambios anuales son necesarios para que sea realmente efectiva, dada la gran facilidad que tienen los virus de la gripe para realizar mutaciones en su estructura.
Sus efectos
El fin primordial de la vacunación es prevenir la enfermedad. El nivel de protección es variable de unas personas a otras; comienza a ser eficaz a los ocho días de su administración, generando la aparición progresiva de anticuerpos específicos, los cuales se mantienen en sangre aproximadamente durante un año. Es importante saber que la eficacia de esta vacuna no cubre de forma total el riesgo de enfermedad, pues, en ocasiones, los resultados dependen de las condiciones de la vacuna, de la predisposición del paciente o de su capacidad para fabricar anticuerpos.
Recomendamos
Últimas Noticias
La gran fiesta de cumpleaños de Penélope Cruz en Nueva York rodeada de estrellas como Irina Sayk o Rosalía
La infanta Sofía: 17 años, en 17 imágenes
Sunday Rose y Faith Margaret, hijas de Nicole Kidman, impactan con su estilo en la gran noche de su mamá
Los regalos 'beauty' más especiales para el Día de la madre
Sorprende a tu madre con los mejores regalos 'gastro'
Alba Valenzuela elige un sencillo e impecable vestido de escote 'Bardot' para su boda con Joaquín Astolfi
Recomendamos
La mejor época para vacunarse es en el comienzo del otoño (septiembre y octubre). Ésta se debe realizar a través de una sola dosis en la inyección subcutánea profunda. Para vacunar a los niños, la dosis se fracciona en distintas dosis separadas por 20 días.
Se fabrica según fórmulas recomendadas anualmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en función de los datos epidemiológicos previos. Está formada por virus gripales fraccionados, cultivados en embrión de pollo y posteriormente inactivados, purificados y concentrados. La composición varía de año en año teniendo en cuenta las epidemias que se han producido con anterioridad. Estamos, por tanto, ante un tratamiento de temporada, por lo que se debe utilizar solamente la del año en curso. Estos cambios anuales son necesarios para que sea realmente efectiva, dada la gran facilidad que tienen los virus de la gripe para realizar mutaciones en su estructura.
El fin primordial de la vacunación es prevenir la enfermedad. El nivel de protección es variable de unas personas a otras; comienza a ser eficaz a los ocho días de su administración, generando la aparición progresiva de anticuerpos específicos, los cuales se mantienen en sangre aproximadamente durante un año. Es importante saber que la eficacia de esta vacuna no cubre de forma total el riesgo de enfermedad, pues, en ocasiones, los resultados dependen de las condiciones de la vacuna, de la predisposición del paciente o de su capacidad para fabricar anticuerpos.