De la cuna a la cama
Adapta la habitación de tu hijo a cada etapa de su crecimiento
Como comentábamos anteriormente, todo dormitorio infantil debe ir adaptándose al crecimiento del bebé. Es por ello que la cuna será el mueble protagonista de la habitación hasta los dos años aproximadamente, momento en que el niño comenzará una nueva etapa más independiente y activa, y ya podrá pasar a dormir en una cama.
De la misma manera, la habitación incorporará nuevos elementos y colores, mientras que otros accesorios como las bolsas de tela para guardar pañales serán también sustituidos.
La iluminación de baja o media intensidad de los primeros meses habrá de modificarse, mientras que deberá permanecer la luz piloto o indirecta que iluminaba la habitación durante las noches y que ayudará a tu retoño a ahuyentar los malos sueños.
Un espacio para jugar
En la etapa de uno a cinco años, el juego se irá imponiendo como actividad principal dentro de la habitación del niño. Ya antes de que aprenda a caminar habrá que disponer de un área para que pueda gatear y experimentar con sus juguetes preferidos (cubos de colores, peluches, pelotas de trapo, etc.).
Este espacio irá ganando importancia a medida que amplíe su variedad de juegos e intereses. Dado que donde más a gusto se encuentra el niño a esta edad es sobre un mullido y cálido suelo, resulta muy importante cubrirlo con un revestimiento blando y suave.
Por otra parte, los nuevos aprendizajes del niño requerirán la incorporación de elementos que favorezcan su creatividad, como una pequeña mesa con sillas donde pintar, modelar y jugar en compañía.
Paredes a prueba de garabatos
Es muy probable que los impulsos creativos del niño exijan el recubrimiento de la pared con un zócalo de pintura lavable o un arrimadillo sufrido y resistente, a prueba de huellas y garabatos.
También empezarán a cobrar mucha importancia las estanterías y lugares en los que almacenar el creciente número de juguetes que irá acumulando tu retoño con el paso de las Navidades y los cumpleaños.
Los muebles de esta etapa deberán considerar la altura del niño y su accesibilidad, al tiempo que se aumentarán las medidas de seguridad, pues cuanto más van creciendo mayor es su curiosidad por indagar sobre los mecanismos con que están construidas las cosas y su propensión a alcanzar lugares insospechados.
Y tú, ¿ya has adaptado la habitación de tu hijo? Visita nuestro foro
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De la misma manera, la habitación incorporará nuevos elementos y colores, mientras que otros accesorios como las bolsas de tela para guardar pañales serán también sustituidos.
La iluminación de baja o media intensidad de los primeros meses habrá de modificarse, mientras que deberá permanecer la luz piloto o indirecta que iluminaba la habitación durante las noches y que ayudará a tu retoño a ahuyentar los malos sueños.
Un espacio para jugar
En la etapa de uno a cinco años, el juego se irá imponiendo como actividad principal dentro de la habitación del niño. Ya antes de que aprenda a caminar habrá que disponer de un área para que pueda gatear y experimentar con sus juguetes preferidos (cubos de colores, peluches, pelotas de trapo, etc.).
Este espacio irá ganando importancia a medida que amplíe su variedad de juegos e intereses. Dado que donde más a gusto se encuentra el niño a esta edad es sobre un mullido y cálido suelo, resulta muy importante cubrirlo con un revestimiento blando y suave.
Por otra parte, los nuevos aprendizajes del niño requerirán la incorporación de elementos que favorezcan su creatividad, como una pequeña mesa con sillas donde pintar, modelar y jugar en compañía.
Paredes a prueba de garabatos
Es muy probable que los impulsos creativos del niño exijan el recubrimiento de la pared con un zócalo de pintura lavable o un arrimadillo sufrido y resistente, a prueba de huellas y garabatos.
También empezarán a cobrar mucha importancia las estanterías y lugares en los que almacenar el creciente número de juguetes que irá acumulando tu retoño con el paso de las Navidades y los cumpleaños.
Los muebles de esta etapa deberán considerar la altura del niño y su accesibilidad, al tiempo que se aumentarán las medidas de seguridad, pues cuanto más van creciendo mayor es su curiosidad por indagar sobre los mecanismos con que están construidas las cosas y su propensión a alcanzar lugares insospechados.
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