Este es un plato de origen humilde y rural, típico de Castilla-La Mancha, elaborado principalmente con ingredientes básicos como harina de almortas, agua, aceite de oliva y sal y con una textura como de papilla densa. Se le suelen añadir otros elementos como chorizo, panceta, ajos y especias. Es una receta de lo más reconstituyente que no puede faltar en la tierra del Quijote como uno de sus emblemas gastronómicos.