Una guarnición de patatas diferente para tus platos navideños

Bajo el nombre de ‘Romanoff’, estas patatas horneadas también incluyen queso Cheddar, cebolla y crema agria

Por

Si sois lectores de ¡HOLA! Cocina ya sabéis cuánto nos gustan las guarniciones a base de patata (aquí os dábamos, por ejemplo, hasta seis diferentes). Pero como nunca nos cansamos de ellas, hoy queremos sumar una nueva propuesta que, además, puede ser perfecta para acompañar muchos de esos platos principales de las próximas fiestas. Nos referimos a las llamadas Patatas Romanoff. Una receta muy sencilla, cuyo origen -aunque en esto casi nunca hay unanimidad al 100%- apunta al chef John Schenk, al frente de Strip House (una cadena restaurantes de carnes de alta cocina, con ubicaciones en Las Vegas y Nueva York).

Lee también: Así son las cenas de gala navideñas en los hoteles de lujo más glamurosos

A la hora de mezclar los ingredientes hay que hacerlo cuidadosamente para que la patata no quede aplastada

Sea como fuere, lo cierto es que estas patatas no pueden ser más adictivas: al ingrediente principal, se suma queso Cheddar rallado, cebolla o chalota, crema agria, sal y pimienta. A partir de la receta más clásica, puede ‘customizarse’ según el gusto personal: añadiendo también taquitos de bacon o jamón; sumando otras especias en polvo, hierbas aromáticas; sustituyendo el Cheddar por otor queso o empleando una mezcla de varios quesos rallados…

Lee también: Pégale un bocado a la Navidad en estos mercadillos gastro

PATATAS ROMANOFF, PASO A PASO

La que os vamos a proponer aquí es nuestra versión de estas patatas, cercana  a la receta más clásica. Échale un ojo y anímate a prepararla si te apetece dar un twist a tus guarniciones de siempre. ¿Lo primero? Tomar no de los ingredientes.

Ingredientes:

  • 3-4 patatas grandes (tipo Russet o similar, eso es, de carne blanca, piel gruesa y textura firme).
  • 200 gramos de queso Cheddar blanco rallado
  • 1 chalota picada finamente
  • 220 gramos de crema agria
  • Sal
  • Pimienta blanca

Con muy pocos ingredientes conseguimos una guarnición deliciosa, perfecta (entre otros platos) para asados de carne

Elaboración:

  • Lava muy bien las patatas, sécalas y envuélvelas con papel de aluminio. Pincha con la punta de un cuchillo por distintas zonas de cada patata. Colócalas en una bandeja y hornea a 200ºC durante una hora y cuatro aproximadamente (o hasta que, al atravesarlas con un cuchillo, éste entre y salga fácilmente).
  • Saca las patatas, quita el papel y deja templar. Después ponlas en un recipiente o plato, tapa con film y déjalas en el frigorífico toda la noche (necesitamos que estén bien frías cuando las rallemos).
  • Al día siguiente, ralla las patatas (con su piel), con ayuda de un rallador -puedes usar los agujeros más gruesos-. Desecha los cachos de piel grandes que no pasan por el rallador.
  • Coloca la patata rallada en un bol grande. A continuación, suma la chalota picadita finamente. Salpimenta al gusto y remueve con cuidado (es importante hacerlo suavemente para no aplastar la patata).
  • Suma ahora el queso (reservando un puñadito para el final). Remueve de nuevo.
  • Finalmente, añade la crema agria y remueve otra vez suavente.
  • Pasa la mezcla a una bandeja de horno (previamente engrasada con un poco de mantequilla o aceite de oliva). Distribuye bien la mezcla, pero intenta no aplastarla demasiado.
  • Espolvorea un poco de queso (el que habíamos reservado previamente) por toda la superficie.
  • Hornea a 220ºC durante unos 30 minutos o hasta que la superficie esté doradita… ¡y listo!

Lee también: 10 recetas para que hagas el mejor paté casero esta Navidad 2023