Tras la expulsión de Alicia el pasado programa de MasterChef por haber "chamuscado" su plato, los aspirantes de esta novena edición se enfrentaban a la primera prueba de la noche trabajando por parejas porque siguen sin funcionar al cien por cien como un equipo. Cada par preparaba cuatro tapas de diferentes países: Italia, China, Japón, México, Marruecos o España y cada bocado debía ir acompañado de un pan casero, siguiendo los consejos del panadero Jordi Morera. Para ayudarlos a limar asperezas en las cocinas, los parcipantes recibían además la visita de Anabel Alonso y Bibiana Fernández, 'Las Retales' de MasterChef Celebrity 2. Ellas mismas les demostraban que los polos opuestos se atraen e incluso concursaban juntas en este reto, pero no todos lo entendían y algunos de ellos se llevaban un toque de atención por su mal comportamiento: "Nos hemos equivocado, hemos hecho mal nuestro planteamiento hoy y hemos fallado. Os hemos puesto juntas para que aparcaráis vuestras diferencias y que limárais asperezas y han ido a peor. Vuestros trabajo es resultado del mal rollo que tenéis", explicaba Jordi Cruz a Ofelia y María, quien se convertiría después en la sexta expulsada.

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"Hay que saber aparcar los problemas y dejar las diferencias a un lado para hacer un trabajo en común", añadía el chef. "No me llevo bien con María y no nos entendemos porque somos muy diferentes", contestaba Ofelia al jurado. Después, la prueba de exteriores se disputaba en Barcelona, elegida como 'Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021', donde la cocina de proximidad, saludable, sostenible y comprometida con el medioambiente protagonizaba el segundo reto. Así, los aspirantes debían preparar un menú para 80 comensales diseñado por los chefs de uno de los mejores restaurantes de la ciudad: el multipremiado Disfrutar, con Oriol Castro y Mateu Casañas y Eduard Xatruch. El equipo azul, formado por Pepe, Toni, Ofelia, Amelicius y Jianping lograban convencer al jurado con sus elaboraciones y se convertían en los ganadores del reto provocando que María, Meri, Arnau Fran y Dani a la prueba de eliminación.

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Ya de vuelta en plató, la disputa entre Ofelia y María continuaba y ambas se reprochaban los amiguismos con algunos compañeros a la hora de elegir equipos. "Me parece un auténtico error aliarse para estudiar o hacer recetas en cuanto a la eliminación porque este programa lo gana solo uno. Se trata de saber más que nadie para llegar a la final", decía la castellanomanchega. En el último reto de la noche, los delantales negros cocinaban en dos fases. En la primera, debían demostrar que controlaban a la perfección tres técnicas de cocina básicas para cualquier chef: gratinar, cocinar al vapor y cocción al vacío. Contaban con 30 minutos para hacer un plato con los ingredientes escondidos bajo las campanas y el aspirante que mejor lo hiciera (Dani conseguía el beneplácito del jurado) se libraba del segundo cocinado, que consistía en hacer un plato libre utilizando otra técnica escogida por Luna, finalista de MasterChef 8. 

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Para sorpresa de todos, a este último reto de la noche se sumaban José y Nando, dos sanitarios que estuvieron a punto de entrar en las cocinas de MasterChef pero que por decisión propia decidieron continuar con sus trabajos para ayudar a las miles de personas afectadas por el coronavirus. Ambos se enfrentaban a la misma prueba que los delantales negros para demostrar que eran dignos candidatos a formar parte del concurso. Finalmente, tras probar las elaboraciones, María se convertía en la sexta expulsada del programa y José, cardiólogo de Murcia, conseguía su plaza y se incorporaba al concurso de Televisión Española. "Creo que otras personas se merecen irse antes que yo. Pepe, que no tiene ganas u Ofelia, que no tiene claro lo que quiere", relataba la eliminada antes de irse.