Tres enemigos para su cabello
El uso de planchas y secadores, la influencia de factores externos, el paso del tiempo... tome nota para poner solución a estos problemas
Un pelo cuidado y bonito es una de las principales preocupaciones de muchas mujeres. Los expertos de la firma Pantene nos resumen cuáles son los tres enemigos básicos del cabello, para que sepamos contra quién debemos actuar.
El daño procedente del styling. Son instrumentos y productos básicos para conseguir trabajar el cabello, pero como en todo, su abuso puede ser contraproducente para la salud de nuestro pelo. Así, éste sufre las consecuencias del uso inadecuado de herramientas de calor como secadores o planchas, y el daño mecánico producido por el cepillado. Este problema reduce la hidratación interna y externa del cabello y daña la cutícula, lo que provoca el envejecimiento del pelo.
¿La solución? En general, el uso constante de secador, planchas y demás requiere mimar al cabello muchísimo más: es el momento de convertir las mascarillas hidratantes y los tratamientos de reconstrucción en aliados permanentes. Cuando se usa mucho el calor para dar forma al pelo, hay productos que son casi imprescindibles. Es el caso, por ejemplo, de los protectores térmicos, que forman una capa entre el cabello y el calor y lo aíslan. Un último consejo es utilizar el secador a temperatura media y aplicarlo a una distancia considerable del pelo.
La influencia del medio ambiente. Los rayos UV, el calor, el agua salada, el agua muy mineralizada de la ducha, el viento y los tratamientos químicos afectan al pelo y lo dejan apagado, seco y frágil. De hecho, el sol es particularmente perjudicial para el cabello, algo que hay que tener muy en cuenta ahora que los días comienzan a alargarse y las horas de sol van en aumento. Además, normalmente tenemos muy en cuenta los efectos del sol en nuestra piel, pero no pensamos en sus consecuencias para nuestro pelo: la radiación UV penetra en cada fibra de pelo y puede destruir la proteína de la queratina, clave en su estructura.
¿La solución Usar siempre que nos expongamos al sol, sobre todo en los meses de verano, productos capilares con filtro solar, al igual que hacemos para proteger la piel. El uso de sombreros y pañuelos puede ser una buena alternativa.
Los años no pasan en balde. Al pelo también le pasan factura los cumpleaños. A medida que envejecemos, el cabello lo hace también de manera natural, de la misma forma que lo hace la piel. Así, las mujeres mayores van notando que su pelo se va volviendo más fino y más seco.
¿La solución? Es fundamental dedicar tiempo al cuidado de nuestro cabello no sólo cuando este tiene problemas. Hay que lavarlo regularmente con un champú de buena calidad y acondicionarlo cada vez que se lava. Además, conviene evitar el uso de procesos químicos sobre el cabello (permanentes, alisadores...) y acudir regularmente a la peluquería, cortando las puntas cada seis semanas para intentar evitar que éstas se abran.
Recomendamos
Últimas Noticias
De Carla Goyanes con su hijo mediano a Milena Smit y Arturo Valls: nadie quiere perderse al fenómeno Alcaraz
El retrato oficial de Rawja de Jordania por su 30 cumpleaños: con los pendientes de su boda y felicitación de su suegra Rania
Nicole Kidman deslumbra en su gala tributo con un vestido de lentejuelas en una velada repleta de estrellas
‘Boyfriend blush’, la nueva técnica de maquillaje viral que más rejuvenece
Nos vamos de copas… ¡muy dulces!
Las impresionantes joyas que llevaron las ‘royals’ en sus bodas: de Magdalena de Suecia a Mary de Dinamarca
Recomendamos
El daño procedente del styling. Son instrumentos y productos básicos para conseguir trabajar el cabello, pero como en todo, su abuso puede ser contraproducente para la salud de nuestro pelo. Así, éste sufre las consecuencias del uso inadecuado de herramientas de calor como secadores o planchas, y el daño mecánico producido por el cepillado. Este problema reduce la hidratación interna y externa del cabello y daña la cutícula, lo que provoca el envejecimiento del pelo.
¿La solución? En general, el uso constante de secador, planchas y demás requiere mimar al cabello muchísimo más: es el momento de convertir las mascarillas hidratantes y los tratamientos de reconstrucción en aliados permanentes. Cuando se usa mucho el calor para dar forma al pelo, hay productos que son casi imprescindibles. Es el caso, por ejemplo, de los protectores térmicos, que forman una capa entre el cabello y el calor y lo aíslan. Un último consejo es utilizar el secador a temperatura media y aplicarlo a una distancia considerable del pelo.
La influencia del medio ambiente. Los rayos UV, el calor, el agua salada, el agua muy mineralizada de la ducha, el viento y los tratamientos químicos afectan al pelo y lo dejan apagado, seco y frágil. De hecho, el sol es particularmente perjudicial para el cabello, algo que hay que tener muy en cuenta ahora que los días comienzan a alargarse y las horas de sol van en aumento. Además, normalmente tenemos muy en cuenta los efectos del sol en nuestra piel, pero no pensamos en sus consecuencias para nuestro pelo: la radiación UV penetra en cada fibra de pelo y puede destruir la proteína de la queratina, clave en su estructura.
¿La solución Usar siempre que nos expongamos al sol, sobre todo en los meses de verano, productos capilares con filtro solar, al igual que hacemos para proteger la piel. El uso de sombreros y pañuelos puede ser una buena alternativa.
Los años no pasan en balde. Al pelo también le pasan factura los cumpleaños. A medida que envejecemos, el cabello lo hace también de manera natural, de la misma forma que lo hace la piel. Así, las mujeres mayores van notando que su pelo se va volviendo más fino y más seco.
¿La solución? Es fundamental dedicar tiempo al cuidado de nuestro cabello no sólo cuando este tiene problemas. Hay que lavarlo regularmente con un champú de buena calidad y acondicionarlo cada vez que se lava. Además, conviene evitar el uso de procesos químicos sobre el cabello (permanentes, alisadores...) y acudir regularmente a la peluquería, cortando las puntas cada seis semanas para intentar evitar que éstas se abran.