Semana Santa: disfruta de los primeros rayos de sol de la primavera con precaución

Muchas personas aprovechan estos días de vacaciones para disfrutar al aire libre... ¡si el tiempo lo permite!

por hola.com

Las previsiones del tiempo no son nada halagüeñas para esta Semana Santa, y en muchos puntos de España costará disfrutar del sol. Pero seguro que en algunos lugares sí tienen la fortuna de aprovechar los primeros rayos de sol de primavera. Por eso, tanto si vas a salir como si vas a disfrutar de días de descanso en tu ciudad, conviene que no olvides la crema solar. Vamos a resumirte, con la ayuda del doctor Fernando Ordás, dermatólogo de Clínica Ordás, los consejos básicos en función de tu destino para disfrutar del sol y sacar el máximo beneficio, evitando los posibles daños.

Ojo con el sol en...
- La montaña: aunque solemos relacionar sol y playa, lo cierto es que la montaña es el destino con más riesgo de quemaduras, sobre todo si se va a ir a la nieve. Según la Organización Mundial de la Salud, la nieve refleja el 80% de los rayos ultravioletas, una cifra mucho mayor que otras superficies como la hierba, el asfalto, la arena o el agua, donde estos rayos ultravioletas sólo se reflejan un 25%. En las zonas más altas la radiación de los rayos ultravioletas es mucho más intensa porque la distancia con el sol es menor. Además, y durante la primavera y en condiciones de cielo despejado, la reflexión por nieve puede elevar los valores de la radiación hasta los niveles del verano. Por tanto, en la nieve habrá que emplear siempre el factor de protección más alto, independientemente del fototipo de piel que se tenga, y aplicarla al menos cada dos horas.

-La playa: hay que tener en cuenta el tipo de playa a la que se va a ir, ya que no es igual tomar el sol en el Mediterráneo que en el Caribe. El doctor Ordás explica que son muchas las personas que acuden a la consulta con quemaduras provocadas en lugares exóticos y aseguran que han utilizado protección solar. El problema es que el sol no incide de la misma forma en todos los puntos de la tierra, y la radiación solar, al depender de la elevación del sol, varía con la latitud, la estación y la hora, siendo mayor en los trópicos, en verano y al mediodía. Además, en estos lugares, que normalmente cuentan con aguas claras y cristalinas y arena blanca, el sol es más peligroso porque se refleja, multiplicando su incidencia.

- La ciudad: pasear por las calles o tomarse un aperitivo en una terraza sin protección solar conlleva los mismos riesgos de sufrir quemaduras que si lo hiciéramos en la playa. Hay que utilizar un protector solar al menos en el rostro, la zona más expuesta y que más acusa el fotoenvejecimiento. Hay que vigilar especialmente las zonas donde más suele atacar el cáncer de piel: la nariz, los labios, los ojos, la raya del pelo y el borde de las orejas y no olvidarse de proteger también el dorso de la mano.