"Llevaba dos años dándole vueltas al proyecto", afirmaba Donatella Versace durante la fiesta de lanzamiento de su nueva línea de tratamiento facial. Un hecho tan importante para la firma se merecía una presentación a la altura. Y no defraudó.
La heredera del imperio Versace, que acudió luciendo un diseño rojo, fue la anfitriona de una fiesta que se celebró en un restaurante neoyorquino y estuvo rodeada de un gran número de amigos. Sin duda, el invitado sorpresa de la diseñadora para este glamouroso acto fue el cineasta Woody Allen, que acudió acompañado de su esposa, Soon-Yi, para apoyar a su amiga Donatella en este importante momento.
"Somos viejos amigos. Ya lo era de Gianni, e incluso él iba a participar en mi película Celebrity, pero finalmente terminó haciéndo el papel Isaac Mizrahi. Me gustaría contar también con Donatella para algún proyecto, pero no sé si tendría la misma fuerza en la pantalla que Gianni, pues ya sabéis que él era muy extravertido", afirmó el veterano director quien, sin embargo, no se va a convertir en uno de los consumidores de la nueva línea de productos de la firma, según declaró durante la fiesta.
Por allí se dejaron ver también los actores Rupert Everett y Gabriel Byrne; el empresario Donald Trump, la diseñadora Vera Wang y la modelo Bridget Hall, que brindaron con champán por el éxito de esta nueva apuesta de la firma Versace.
Donatella Versace se definió como una adicta a las cremas y confirmó que uno de sus deseos era conseguir grandes productos que fueran "muy Versace", que llevaran la marca de la mítica casa de costura. "He diseñado yo misma el packaging (cajas y envases), pues quería que los productos lucieran fantásticos en el baño de una mujer".
