A primera hora de la tarde del 5 de agosto saltaba la noticia más inesperada del año. Daniel, hijo del actor Rodolfo Sancho, había sido detenido como presunto autor del asesinato y descuartizamiento en Tailandia de Edwin Arrieta, un cirujano colombiano de 44 años. Desde entonces, el joven, de 29 años, se encuentra en prisión provisional a la espera de juicio, que se celebrará del 9 de abril al 3 de mayo de 2024. La Fiscalía le acusa de tres delitos: asesinato con premeditación, ocultación del cuerpo y destrucción de documentación ajena. Él, sin embargo, tan sólo se ha declarado culpable de descuartizar y esconder los restos de Arrieta, un delito que, en palabras de su abogado Marcos García Montes, no tendría demasiada relevancia, ya que está castigado con un año de cárcel. El joven, que se enfrenta a pena de muerte, cuenta con el apoyo incondicional de sus padres. "Hay dos formas de tomarse las cosas cuando vienen en la vida, como una desgracia o como un reto, creo que he dicho suficiente. No van a conseguir lágrimas de mí", dijo el actor tras visitar a su hijo por primera vez en prisión. Y así ha sido. Rodolfo no ha flaqueado en ningún momento, al menos delante de las cámaras