Las espinacas hacen con el queso feta una estupenda combinación de sabores. En este caso van a ser los ingredientes para la elaboración de este rico pastel salado que prepararemos al horno. La pasta filo aportará una irresistible textura crujiente al conjunto.
- 6 láminas de Pasta filo
- 300 g de Espinacas
- 150 g de Queso feta
- 2 Huevos
- 200 ml de Yogur
- 150 ml de Leche
- 50 g de Mantequilla
- Sal
- Pimienta
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1.
Derretir la mantequilla al baño maría o en el microondas.
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2.
Echar en un cuenco el yogur, el huevo y la leche y batirlos con varillas.
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3.
Reservar 2 cucharadas de este batido para untar la superficie de la tarta antes de meterla al horno.
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4.
Lavar las espinacas, picarlas y ponerlas en un cuenco con la mitad del batido preparado. Salpimentar y mezclar.
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5.
Cortar el queso feta en dados pequeños, ponerlos en un cuenco con el resto del batido y mezclar.
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6.
Precalentar el horno a 180º.
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7.
Pincelar con mantequilla el fondo y las paredes de un molde redondo desmontable de unos 22 cm de diámetro.
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8.
Extender en la base una lámina de pasta filo, untarla con mantequilla y cubrir con otra lámina de pasta extendida de igual manera.
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9.
Repartir por encima la mezcla de espinacas, cubrir con otra lámina de pasta filo, untarla con mantequilla y volver a poner encima otra lámina de pasta filo.
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10.
Repartir sobre ella la mezcla de queso feta, cubrirla con otra lámina de pasta filo, untarla con mantequilla y poner encima otra lámina de pasta filo.
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11.
Untar la superficie con el batido reservado.
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12.
Meter el pastel al horno a 180º entre 25 y 30 min, hasta que se dore la superficie de manera uniforme.
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13.
Esperar a que se enfríe un poco el pastel antes de desmoldarlo y servirlo cortado en porciones.
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