ARANJUEZ
Elegido durante años por los monarcas españoles como lugar en el que pasar largas temporadas, la villa de Aranjuez es un pequeño edén en el que pasear por el Palacio Real, su gran maravilla monumental, y por sus hermosos jardines. En los más próximos al palacio, el Parterre y la Isla, se bañan los dioses y héroes en sus fuentes, como Apolo, Hércules, Venus o Neptuno. Un poco más allá se extiende el Jardín del Príncipe, una enorme superficie con majestuosos plátanos, tilos y castaños de Indias entre los que caminar juntos, porque no hay un marco más bonito que este. También hay lugares evocadores, como el estanque de los Chinescos, o el embarcadero desde el que subirse al barco acristalado que te lleva a un hermoso paseo por el Tajo.
A la hora de comer, El Corral de la Abuela tiene unas croquetas sobresalientes ¿a quién no le gustan las croquetas? Con vistas al Jardín del Príncipe, para no alejar la belleza natural de nuestra vista.