"Lo celebramos en Vila-real, ya que ambos somos de aquí. Elegimos el Ermitorio de la Virgen de Gracia para la ceremonia religiosa, puesto que está cerca de donde vivo y es un paraje con un entorno precioso.
Para la celebración escogimos la Masía Les Casotes. Una finca que tan solo visitarla nos encantó. Tiene unos jardines y exteriores muy bonitos y cuidados, y se encuentra cerca de un acantilado con unas vistas muy bonitas. Además, la Masía esta perfectamente restaurada y es un encanto. Y, cómo no, la comida que ofrecen no puede ser de mejor calidad, está a cardo del chef Miguel Martí y la verdad es que no defraudó a nadie, tanto por su sabor como su originalidad a la hora de presentar todos los platos".
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