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45min
Fácil
El madrileño restaurante Charnela está especializado en cocinar el mejillón llegado desde la gallega Isla de Arosa de diferentes maneras. En esta receta, nos propone una salsa de tomate, cebolla, ajo, vino fino o manzanilla y cayena para unos mejillones que se sirven con patatas fritas como guarnición, como se hace en Bélgica, donde son muy típicos estos moluscos con distintas salsas.
Para los mejillones
- 1 Kg de Mejillones frescos ecológicos
- 300 g de Patata
- Aceite de girasol para freír las patatas
Para la salsa de tomate casera
- 500 g de Tomate natural en conserva
- 50 ml de Aceite de oliva virgen extra
- 0.5 ud de Cebolla
- 1 ud de Ajo
- 1 cc de Harina de maíz
- 150 ml de Vino de Jerez Fino o manzanilla
- Sal
- Pimienta blanca
PARA LOS MEJILLONES Y LA SALSA DE TOMATE
-
1.
Prepara la salsa de tomate casera, pochando todos los ingredientes y dejando que se cocinen hasta que el tomate esté bien frito.
-
2.
En una cazuela honda, añade el aceite, la cayena, la maizena y los mejillones; remueve bien, incorpora y deja que se evapore la manzanilla y finalmente agrega la salsa de tomate y mezcla bien.
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1.
Pela y corta en bastones finos las patatas.
-
2.
Lávalos con agua para quitar el almidón, seca y fríe en aceite de girasol a fuego medio.
-
3.
Cuando estén casi hechas, retira de la sartén, pon el fuego muy alto y vuelve a meterlas.
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1.
Salpimenta las patatas y sirve con los mejillones y la salsa.
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