Hay placeres gastronómicos que no entienden de modas. Uno de ellos, sin duda, es el de un buen sándwich. Sencillo en apariencia, pero con infinitas posibilidades, este bocado universal se presta tanto a la nostalgia como a la innovación. Entre pan y pan, caben recuerdos de infancia, guiños a otras culturas o un gesto de pura modernidad.
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Y eso es, precisamente, lo que muestran estas tres propuestas: el sándwich club nos recuerda la elegancia de lo clásico; el bikini de salami y queso fundido, la diversión de reinventar lo cotidiano; y el croissant con aguacate y huevo, la frescura de lo moderno. En definitiva, tres fórmulas distintas para redescubrir el poder de un buen emparedado. Tres invitaciones a disfrutar sin prisas de un bocado que, aunque humilde en esencia, puede convertirse en toda una declaración de estilo.
Sándwich Club
Tiempo de preparación: 30 minutos.
Ingredientes (para 2 personas): 6 rebanadas de pan molde blanco, 4 lonchas de jamón de York de buena calidad, 4 lonchas de bacon ahumado, 250 g de pechuga de pollo en filetes finos, 4 lonchas de queso cheddar, gouda, 4 hojas de lechuga iceberg, 2 tomates en rodajas, mayonesa, mostaza, mantequilla para tostar el pan y sal y pimienta al gusto.
Elaboración:
Unta ligeramente las rebanadas de pan con mantequilla y tuéstalas en una sartén o plancha hasta que estén doradas. Cocina las pechugas de pollo a la plancha con un poco de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta, procurando que queden bien hechas. En otra sartén, sin añadir aceite, fríe el bacon hasta que esté dorado y crujiente.
El sándwich de tres pisos más famoso del mundo, que combina tradición y sofisticación, en un bocado que nunca pasa de moda
Montaje:
Unta la primera rebanada de pan con mayonesa y coloca encima una hoja de lechuga, unas rodajas de tomate, una loncha de jamón de York y una de queso. Cubre con la segunda rebanada de pan, untada con un poco de mayonesa y mostaza. Añade las tiras de pollo, el bacon, otra loncha de jamón de York, una nueva hoja de lechuga y más rodajas de tomate. Termina con la tercera rebanada de pan. Con un cuchillo bien afilado, corta el sándwich en cuatro triángulos y sujétalos con palillos de madera para que las capas se mantengan firmes. Sirve acompañado de patatas fritas.
Consejo del chef: El pan debe dorarse bien pero sin secarse. Para conseguirlo, úntalo con un poco de mantequilla antes de tostarlo.
Croissant relleno de aguacate, huevo poché y salsa holandesa
Tiempo de preparación: 30 minutos
Ingredientes (para 2 personas): 2 croissants grandes, 1 c/c de mostaza de Dijon, 1 c/c de mayonesa, unas gotas de limón (para untar), 1 aguacate maduro cortado en láminas, 2 huevos, 1 chorro de vinagre de vino blanco, 8 tomates cherry de colores, 50 g de rúcula, sal en escamas y pimienta negra recién molida.
Para la salsa holandesa: 3 yemas de huevo, 125 g de mantequilla clarificada (o 150 g de mantequilla normal), 1 c/c de zumo de limón, sal y pimienta blanca al gusto.
Elaboración
Para la salsa holandesa:
Derrite la mantequilla en un cazo a fuego muy suave, sin dejar que llegue a hervir. Una vez líquida, apaga el fuego, retira la espuma blanca de la superficie, cuela y reserva. En un bol coloca las yemas de huevo con una cucharada de agua y ponlo al baño maría suave. Bate hasta que espesen ligeramente. Incorpora la mantequilla clarificada templada en forma de hilo, sin dejar de batir. Finalmente, añade zumo de limón, sal y pimienta. Reserva.
Para los huevos poché:
Hierve agua con un chorrito de vinagre de vino blanco en una cacerola. Cuando rompa a hervir, haz un remolino con una cuchara, añade el huevo y cuécelo durante 3 minutos. Retíralo con una espumadera y repite el proceso con el segundo huevo.
Montaje: Abre los croissants por la mitad y tuéstalos ligeramente. Unta la base con una fina capa de la mezcla de mostaza de Dijon, mayonesa y unas gotas de limón. Coloca las láminas de aguacate. Agrega el huevo poché y baña con la salsa holandesa. Cierra el croissant ligeramente. Acompaña cada croissant con la rúcula y los tomates cherry partidos por la mitad; puedes aderezar con una vinagreta clásica, espolvorear con sal en escamas y pimienta negra recién molida.
Consejo del chef: La salsa holandesa también puede elaborarse con mantequilla sin clarificar. El resultado será más intenso y denso, mientras que con la mantequilla clarificada el sabor es más fino y la textura, más ligera.
Bikini de salami y queso brie
Tiempo de preparación: 12 minutos
Ingredientes (para 2 personas): 4 rebanadas de pan de molde, 100 g de queso brie, 8 lonchas de salami fino, 2 c/c de mermelada de higos, Mantequilla para dorar el pan.
Elaboración:
Unta con mantequilla las rebanadas de pan por una cara: será la parte exterior que se dorará en la plancha. Sobre la cara interior del pan coloca el queso brie, previamente cortado en láminas. Añade las lonchas de salami y reparte por encima una fina capa de mermelada de higos.
Cierra con las otras dos rebanadas, dejando la parte untada de mantequilla hacia fuera. En una plancha antiadherente, a fuego medio, coloca los bikinis y dóralos durante unos 3 minutos por cada lado, presionando ligeramente con una espátula para que queden uniformes y crujientes. Corta cada sándwich en dos triángulos y sirve caliente.
Un clásico reinventado: este bikini gourmet demuestra que lo sencillo también puede ser irresistible
Consejo del chef: Puedes dejar la corteza del brie para obtener un resultado más rústico y con mayor contraste de texturas. Si prefieres retirarla, la textura será más suave y el queso se fundirá con mayor cremosidad, al cocinar el bikini en la plancha.
¿Sabías que...?
El sándwich club... Nació en 1894 en el Saratoga Club-House de Nueva York y hoy sigue siendo uno de los platos más icónicos del room service de los grandes hoteles.
El bikini... Nació en la Sala Bikini de Barcelona, en los años 50. En Cataluña se pide así, pero en el resto de España sigue siendo simplemente un mixto.
El croissant... Aunque símbolo de Francia, nació en Viena y fue la Reina María Antonieta quien lo introdujo en París, en el S. XVIII.