¿Quién dijo que las terrazas no son para el invierno? En esta lista que hemos preparado para ti vas a encontrar lugares llenos de encanto y cálidos en cualquier momento del día... o de la noche. Terrazas aclimatadas con estufas, chimeneas y cristaleras que te permitirán estar rodeado de naturaleza o en medio de la ciudad sin que el frío sea ningún problema. ¡Todos a la terraza!
LA TERRAZA DE CASA DE LIS. SALAMANCA
Nos vamos a dar una vuelta por los años 20... del siglo pasado. Así es como uno se siente tomando el té (o lo que te apetezca) en esta preciosa terraza acristalada del Museo Art Nouveau y Art Déco – Casa Lis de Salamanca que atesora obras de arte y decoración de estos movimientos artísticos que marcaron el inicio del siglo XX. Se encuentra pegado al río Tormes que se divisa desde las bonitas cristaleras decoradas. Un lugar maravilloso para disfrutar de una romántica tarde de invierno o una soleada mañana de domingo sin nada más que hacer que disfrutar de este espacio único.
Museo Art Nouveau y Art Déco – Casa Lis. Gibraltar, 14. Salamanca
ROCACHO. MADRID
Rocacho se ha convertido en uno de los templos de la carne en Madrid. Aquí se sirve la famosa carne de res de El Capricho, que José Gordón cría y envejece en su finca de Jiménez de Jamuz (León) y que está considerada por muchos expertos como 'la mejor carne roja del mundo'. Su terraza acristalada (decorada por Cuarto Interior) es el mejor refugio invernal para entregarse a los placeres de la carne... y de otros manjares que también pasan por las brasas, como pescados o verduras, o los arroces. No puedes dejar de pedir sus rocachos de bacalao, una versión de los soldaditos de Pavía pero de color negro (utilizan tinta de calamar), que simula el carbón de la parrilla que es el alma del local.
Terraza Rocacho. Padre Damián, 38. Madrid
LA MARÍTIMA DE LA MARINA. VALENCIA
Si el día sale soleado, creerás estar ya en verano en la terraza de La Marítima, el restaurante de cocina mediterránea y de mercado que ocupa la planta baja del edificio Veles e Vents de la Marina de Valencia. Puedes ir a tomar unas tapas, probar uno de sus arroces o elegir el pescado fresco que se exhibe en el mostrador y pedir que lo cocinen a la brasa. Disfrutarás de una gran comida en la terraza mientras contemplas cómo entran y salen los barcos en la dársena. ¿Te imaginas un plan mejor para un día de invierno?
Terraza La Marítima. Edificio Veles e Vents. Marina de Valencia. Muelle de la Aduana s/n. Valencia
CABAÑA MARCONI. MADRID
Si no la conoces... ¡tienes que hacerlo cuanto antes! Es una de nuestras terrazas de invierno favoritas. Y también de verano. Ahora, cuando las temperaturas son bajas, la cristalera permanece cerrada y las chimeneas caldean el ambiente. Además de la rica cocina de estilo nórdico que vas a probar, incluidas las raclettes y foundies. Marcos Olazabal Janson, creador de este remanso de paz a pocos minutos de Madrid aconseja también probar el caviar sueco de Kalix, el salmón marinado en salsa de eneldo y los Moules à la crème, los mejillones con crema típicos de la tradición francesa. Por si fuera poco, esta preciosa cabaña de cristal rodeada de jardines y encinas, ameniza las comidas de los viernes con música jazz en directo, cada segundo viernes del mes.
Cabaña Marconi. Camino del Cura, 233. La Moraleja. Alcobendas. Madrid
RESTAURANTE MORDISCO. BARCELONA
El 'invernadero' de Mordisco no puede ser más acogedor. Este es uno de los restaurantes veteranos del grupo Tragaluz (abrió en 1987) y no ha perdido ni un ápice de encanto. Al contrario. Desde la entrada en forma de colmado donde puedes hacer la compra hasta el jardín acristalado, luminoso y alegre, todo es un acierto (la decoración lleva el sello de Sandra Tarruella). Su carta sigue la idea inicial “no es una comida, es un mordisco”, una fórmula para comer a todas horas. Platos pensados para picar, que se pueden completar con ensaladas, entrantes, arroces y platos cocinados al carbón. Su 'carpaccio caliente de ternera a las hierbas' es mítico, así que si no lo has probado, no lo dudes.
Restaurante Mordisco. Passatge de la Concepció, 10. Barcelona
LA POSADA DEL AGUA. ÁVILA
Prepárate para disfrutar de una comida relajada en la terraza del restaurante de La Posada del Agua, un hotelito lleno de encanto asomado al embalse del Burguillo, en El Barraco, Ávila. El sitio es idílico. Y olvídate del frío. En las mañanas soleadas del invierno, estarás de maravilla en la terraza acristalada o directamente afuera, rodeado de un precioso paisaje como es la Reserva Natural del Valle de Iruelas. En su restaurante apuestan por la cocina casera y tradicional con productos de proximidad: la tabla de quesos barraqueños de Elvira García (con importantes premios), los vinos de la DOP Cebreros, las carnes de vaca negra avileña, los huevos camperos de Redondo... Sus patatas revolconas con torreznos son imprescindibles.
La Posada del Agua. Ctra. N-403, km 97,5. El Barraco. Ávila
IZTAC. MADRID
La terraza más caliente con acento mexicano de Madrid es la de Iztac. Un nuevo espacio del restaurante mexicano de Jorge Vázquez en el que apetece cenar refugiado del frío invierno de la capital, disfrutar de un exquisito brunch dominical mientras los rayos de sol se cuelan por las cristaleras o apuntarse al afterwork con una completa carta de bebidas: cervezas, micheladas, mezcales, margaritas… Del diseño se ha encargado Lourdes Treviño, del estudio Free Hand, consiguiendo caldear el ambiente con suelo radiante, la chimenea y el fuego 'virtual' de la barra. Su cocina es un viaje por todos los estados de Mexico: pellizcadas veracruzanas, queso relleno yucateco, enfrijoladas, esquites, la langosta al estilo Puerto Morelos, el chicharrón en salsa verde, el taco árabe o el Gobernador...
Terraza Iztac. Plaza de la República del Ecuador, 4. Madrid
CUIT. PALMA (MALLORCA)
En la octava planta del hotel Nakar, en el centro de la capital mallorquina, el chef mallorquín Miquel Calent dirige Cuit, el restaurante desde el que vas a divisar el centro histórico, la catedral, el castillo de Bellver y la bahía de Palma. Los toldos y el cerramiento hacen que su fabulosa terraza esté siempre lista, en invierno o en verano. Y en la mesa, ricas recetas mallorquinas, como la Coca de pez espada marinado, arroces, pescado de trasmallo, 'sopes' de pulpo y picada marinera, 'Floquet' de ternera de grano, anguila y trufa, para acabar con una 'greixonera' de boniato, la sopa tibia con tierra de ensaimada o alguno de sus helados caseros.
Restaurante Cuit. Hotel Nakar. Av. de Jaume III, 2. Palma
HEVIA. MADRID
Para comer en plena calle Serrano de Madrid, tienes que reservar mesa en la terraza de Hevia. Es un restaurante histórico de la capital, nació en 1964 y los nietos del fundador, los hermanos Ismael y Fernando Martín, llevan las riendas del negocio que crearon sus abuelos José Hevia, asturiano, y Elena Arbizu, navarra. "Mi abuelo introdujo productos de gran calidad, como el foie, el queso francés, el caviar ruso, el cangrejo real, los pescados ahumados", recuerda Ismael. Y esa es la consigna que se mantiene en Hevia en el siglo XXI. Su terraza climatizada es elegante y acogedora, con manteles de hilo y delicada vajilla. Y en la mesa siguen triunfando recetas inamovibles como la ensalada de ahumados, con bacalao, salmón, bonito, anchoa y anguila, el tigre con mejillón gallego, los chipirones rebozados, de las Rías Baixas, y el estofado de rabo de toro, tan castizo. La velada puede alargarse tomando una copa o un cóctel en la terraza del mejor restaurante de Serrano.
Hevia Restaurante. Serrano, 118. Madrid
VIVANDA. BARCELONA
La terraza ajardinada de Vivanda, un patio interior con enormes árboles y paredes de hiedra, es la joya del restaurante que asesora el chef Jordi Vilà (2 Soles Repsol por Alkimia). En verano es un oasis de frescor en medio de la ciudad. Y ahora, en invierno, los techos se cierran y las estufas y mantitas calientan a los comensales que llegan dispuestos a devovar la carta que se ciñe a una cocina catalana tradicional con algunos guisos con sabor hogareño que en estos meses no hay que dejar de probar, como la Escudella i carn d’olla y los Canelones de pollo asado. ¡Ah! y apunta también dos imprescindibles: la tortilla de patata y sus croquetas de jamón. ¡Buenísimas!
Vivanda Restaurante. Major de Sarrià, 134 bajos. Barcelona
CASAAMIGOS. MÁLAGA
Ya lo dice su nombre, este nuevo bar de Málaga es el lugar perfecto para salir de tapas con amigos. Y en familia, porque justo al lado hay un parque donde los niños disfrutan mientran los mayores se toman algo en la terraza acondicionada para los días más fríos de Málaga, con unas estufas-chimeneas que caldean el ambiente. Casaamigos nació del deseo de cinco amigos de montar un local para el 'tardeo', donde tomar unas cervezas y picar algo rico después de trabajar y acompañado de música en directo, de buen 'flamenquito', los viernes y sábados. Pero al final se ha convertido en un bar de tapas abierto todo el día, con una carta en la que hay probar los Huevos rotos con jamón y foie, el Bao de rabo de toro con huevo de cordorniz o la presa a la plancha con verduritas, entre otros platos estrella.
Casaamigos. Nosquera, 14. Málaga