El dolor es una percepción sensorial localizada y subjetiva más o menos intensa, que se siente en una parte del cuerpo como resultado de una estimulación de terminaciones nerviosas sensitivas especializadas. En función del tipo de dolor más frecuente, la farmacéutica Mar Sieira ha seleccionado una serie de aceites esenciales con propiedades analgésicas.
Los aceites esenciales (no confundir con aceites vegetales), se obtienen por destilación de los tallos, flores hojas y ramas de las plantas. "Son componentes no grasos, volátiles y ligeros (poco densos). Son insolubles en agua, y son solubles en alcohol, grasas, ceras y aceites vegetales. Se oxidan por exposición al aire. Son poderosísimos, y presentan además de un elevado grado de irritación cutánea, un estrecho margen terapéutico, esto quiere decir que han de utilizarse en dosis ajustadas para llevar a cabo su efecto, es decir, no quedarnos cortos, y tampoco quedarnos largos, ya que producen una elevada toxicidad", explica.
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