Las más famosas son 'las tontas' y 'las listas', aunque coincidiendo con esta festividad, también se consumen en Madrid otras rosquillas como las de Santa Clara y las francesas. Desde la Asociación de Pasteleros de Madrid (ASEMPAS) aseguran que este año se venderán en Madrid 6,3 millones de rosquillas de San Isidro, el patrón de la capital, especialmente de las listas que son las que más se consumen, con más de un 50% del total. Te explicamos las diferencias entre las también llamadas 'rosquillas del Santo', cómo elaborarlas y los mejores lugares de la capital para comprarlas ya preparadas.
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Cuáles son los nombres de las rosquillas de San Isidro

Las más típicas son las 4 mencionadas, aunque desde 2022 también hay una más, bautizada como 'la jubilar', que las pastelerías hacen cada una en versión libre -abundan las de chocolate o violeta-. 'Las tontas' son las que no llevan glaseado -resultan un poco más secas-, mientras que 'las listas' se recubren con un baño de azúcar, clara de huevo y limón -hoy encontramos otras alternativas con naranja, fresa, violeta, etc-. Por su parte, las de Santa Clara están bañadas con un merengue elaborado con almíbar, que se convierte en una costra crujiente cuando se hornea, y las francesas llevan una cobertura de almendras y azúcar glas.
Desde Pazo Vilane -empresa gallega pionera en la producción de huevo campero en España- explican que "de todas las variedades que existen, las más antiguas son las tontas... las listas comparten masa con las listas, pero se diferencian en la cobertura... Las de Santa Clara son, probablemente, las más conocidas fuera de la provincia, conocidas con este nombre porque fueron elaboradas por primera vez en el Monasterio de la Visitación por las mojas de Santa Clara... Y las francesas fueron creadas por el repostero francés del rey Fernando VI, bajo petición de su mujer Bárbara de Braganza, quién estaba cansada de merendar siempre rosquillas desnudas, sin complementos".
La costumbre en Madrid es mojarlas en vino blanco para disfrutarlas o acompañarlas de una deliciosa limonada, pero puedes hacerlo con un chocolate, un café o con cualquier bebida caliente o fría que te apetezca.
Cuál es el origen de las rosquillas de San Isidro
Desde ASEMPAS nos cuentan que la inventora de estas rosquillas fue 'la Tía Javiera', de quién escribió Jacinto Benavente el 10 de mayo de 1950 en su columna semanal del ABC y en la que decía: “quizá de ninguna golosina pueda ofrecerse tanta variedad en sabor, tamaño y aspecto [...] Las llamadas del Santo son de tres clases: las tontas, las de Fuenlabrada o yema; y las de Villarejo de Salvanés, o de la Tía Javiera, que por rosquillas hizo famoso su nombre y el de su pueblo".
Cómo preparar rosquillas de San Isidro en casa
Pero si tienes curiosidad por saber cómo se elabora cada una de ellas, y te animas a hacerlas, aquí te dejamos todos los pasos necesarios para preparar las mejores recetas caseras de las rosquillas de San Isidro.
Dónde comprar rosquillas de San Isidro, las pastelerías indispensables en Madrid
Mallorca Pastelería
Las vitrinas de los diferentes establecimientos de Mallorca se llenan de productos típicos de estas fechas como las rosquillas tontas - con una masa horneada seca -, las listas - elaboradas con masa horneada calada con un jarabe de limón y glaseada -; las de Santa Clara - con una cobertura hecha de un merengue blanco -, y las de Alcalá -bañadas con crema de yema y recubiertas con un glaseado final- que se elaboran diariamente en su obrador siguiendo la receta tradicional.
Más información:
www.pasteleria-mallorca.com
Turris
Este año Turris, con distintos locales en la capital, se suma a esta castiza celebración con propuestas que conquistan tanto a los amantes de lo clásico como a quienes buscan sabores con un toque distinto. Para la ocasión, elaboran cinco versiones de las emblemáticas rosquillas de San Isidro: las clásicas “tontas” y “listas” y tres nuevas creaciones: limón, de chocolate y de pistacho. Además, han puesto a la venta un pack castizo perfecto para un pícnic pensado para disfrutar de este día (incluye rosquillas, un plumcake, una hogaza de pan, unos snacks crujientes, un mantel y una botella de pícnic, todo por 29,95€).
Más información:
www.turris.es
La Mallorquina
Las rosquillas de San Isidro de La Mallorquina mantienen la esencia de la receta clásica. Disponibles en sus 4 locales, se elaboran a partir de una base de masa de anís y un acabado diferente en función del sabor. Las más tradicionales, las Tontas, llevan anís en grano; las Listas, se hacen con zumo de limón natural y cobertura de fondant con toque a cítricos; las de Santa Clara, con merengue seco y luego están las rosquillas fritas y otras versiones más innovadoras, como las de sabor a frambuesa elaborada concobertura de fondant.
Más información:
www.pastelerialamallorquina.es
Viena Capellanes
Viena Capellanes, cuya historia arranca en el año 1873, elabora sus rosquillas de forma completamente artesanal usando las mismas fórmulas de hace más de un siglo. Para los amantes de este dulce, ofrece las versiones clásicas: tontas, listas, francesas, de Santa Clara y lla rosquilla del Año Jubilar -creada en 2022-, con el merengue aromatizado con violeta y pequeños trozos de estos castizos caramelos. Tienen diferentes puntos de venta.
Más información:
www.vienacapellanes.com
Gabisa Repostería
Gabriela Petrone en su pastelería -calle Don Ramón de la Cruz 107- propone su propia versión de las rosquillas de San Isidro para la 'Ruta Gastronómica de San Isidro', impulsada desde la Dirección General de Comercio Hostelería y Consumo del Ayuntamiento de Madrid en colaboración con ACYRE Madrid, que se prolongará hasta el 31 de mayo. La creación de Gabisa Repostería rinde homenaje en una sola pieza a las dos rosquillas más castizas, las tontas y las listas. "Combiné lo mejor de cada una para crear una versión única: una rosquilla con intenso sabor a anís con glaseado cítrico que aporta un toque delicado y como guiño festivo las coronamos con un pequeño clavel de azúcar", indica la repostera.
Más información:
@gabisa_reposteria
La Magdalena de Proust
En La Magdalena de Proust -calle Bravo Murillo 54 y calle Batalla del Salado, 3- siguen al pie de la letra la filosofía de este negocio familiar con casi quince años a sus espaldas: producción totalmente artesana, respetando los métodos más tradicionales, con el máximo cuidado. Elaboran las rosquillas tontas, sin cobertura, con ese toque a horno y a tradición que las hace irresistibles, y las listas, cubiertas de un baño de azúcar y limón, con un característico color amarillo y un punto cítrico. Pero también ofrecen la versión de las llamadas rosquillas de Santa Clara, coronadas por un merengue blanco seco que aporta dulzura y una textura crujiente y delicada.
Más información:
www.lamagdalenadeproust.com
Pepina Pastel
Hasta el 18 de mayo quien pase por el córner de Pepina Pastel en el Mercado de San Anton podrá probar una edición limitada que homenajea la tradición madrileña, con tres versiones incluyen una rosquilla de pistacho con choco cream de pistacho, chocolate blanco y crujiente de pistacho; una rosquilla de almendra con praliné de almendra, chocolate blanco, almendra cantonesa y almendra crujiente caramelizada; y una rosquilla de caramelo salado con crema de cacahuete, chocolate con leche y crujiente de caramelo. Cada rosquilla estará disponible por 1,40€ y la caja de 6 por 8€.
Más información:
www.pepinapastel.es
In-Pulso
Partiendo de la receta tradicional Alex de la Fuente ha querido hacer su particular versión, en su restaurante In-Pulso -calle Ariel, 15- para rendir tributo al santo labrador. El cocinero lo ha convertido en un postre de restaurante con todo el sabor del dulce isidril, pero transformando su textura para que resulte más apetecible. Con la masa típica de la rosquilla prepara una mousse con anís de Chinchón, y crea un trampantojo de rosquilla, cn un resultado liviano y suave. Para aportarle contraste incorpora, sin que se vea, un crujiente de la misma masa y cubre toda la rosquilla con un merengue seco. En el plato la rosquilla llega acompañada de un refrescante helado de licor de anís. El postre figura en la carta a un precio de 8 euros.
Más información:
www.inpulsorestaurante.com
Museo del Jamón
El Museo del Jamón repite, por segundo año en sus diferentes locales, las Rosquillas Jamoneras, para degustar solas o junto a las tradicionales tontas y listas, en un pack San Isidro. Elaboradas con pan redondo horneado artesanalmente en su propio obrador, están rellenas del mejor jamón de bodega Tío Felipe, producto insignia de la casa, acompañado con salsa tumaca. Por la compra de cada rosquilla (4,90 euros) entre el 12 y el 18 de mayo, el MDJ obsequia a su clientes con un pin de su escudo, para lucir en la solapa del chaleco de los más castizos que salen a la calle vestidos de forma tradicional.
Más información:
www.museodeljamon.com