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Súper sencillo de hacer y sorprendente. Este helado, además de tomarlo solo, como postre, es un complemento ideal de sopas frías como el gazpacho, el salmorejo, o el ajoblanco. Incorpórales una pequeña bolita, ¡y a disfrutar! El aguacate es un fruto exótico que se cultiva en México, Estados Unidos, República Dominicana, Indonesia, Colombia, Perú o China, pero en España, tanto en Canarias como en Granada y Málaga tenemos unos frutos de gran calidad. Poco hay que decir de este fruto que cuya composición lo convierten en un alimento extraordinario: rico en vitamina A, C y E, en grasas monoinsaturadas y en minerales como el potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro, cobre y cinc.
- 2 ud de Aguacate
- 1 ud de Zumo de lima
- 1 cc de Extracto de vainilla
- 5 cs de Azúcar blanca
- 1 chorrito de Leche
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1.
Corta los aguacates por la mitad y quítales el hueso. Saca la pulpa y échala en un bol.
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2.
Exprime el zumo de lima sobre los aguacates y aplasta bien con un tenedor. La lima además de realzar el sabor del aguacate, evitará que la fruta se oxide.
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3.
Añade el azúcar y el yogur.
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4.
Incorpora un chorrito de leche y mezcla todo bien hasta conseguir una mezcla homogénea.
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5.
Seguidamente, agrega la ralladura y el extracto de vanilla. Si ves que te gusta mucho más dulce, es el momento de probar y añadirle un poco más si hiciera falta.
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6.
Bate de forma enérgica con unas varillas para obtener una crema lo más homogénea que podamos. Tápalo y congela durante 2-3 horas.
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7.
Saca del congelador y vuelve a batirlo para romper los cristales de hielo que se hubieran formado y aportarle nuevamente cremosidad.
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8.
Vuelve a congelar dos horas más y ya estaría listo para consumir.