Eduardo Casanova ha dicho adiós a las cocinas de MasterChef celebrity en un programa que de nuevo propuso a los aspirantes los desafíos culinarios más complicados. El actor, que en diversas ocasiones en esta edición ha confesado que es difícil gestionar los nervios, tuvo problemas al replicar una complicada tarta floral de gelatina y bizcocho en la prueba final por lo que fue el seleccionado para abandonar el talent. “Es absolutamente imperfecta. Fea, pero de color rosa. Un desastre, pero está hecha con amor y creo que es única y me representa” comentó Eduardo al presentar su plato a los jueces. Emocionado se despidió asegurando que se lleva del concurso el haberse quitado algunos miedos. “Este programa es muy fuerte, no solo aprendes a cocinar, sino que también te encuentras contigo mismo. Soy un tío muy feliz, pero el miedo es como una especie de capa que, a veces, me abraza. Y habérmela quitado, me ha venido muy bien” aseguró.

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La noche, en la que Miguel Diosdado se unió a sus compañeros tras haber sido repescado, arrancó con la petición de que casa aspirante elaborara su plato estrella. La dificultad radicó en que tuvieron que intercambiar sus cestas de la compra por lo que terminaron elaborando una receta con ingredientes que no eran suyos. El ránking de los mejores platos lo encabezaron Álvaro Muñoz Escassi y Blanca Romero, que supieron adaptarse y sacar el máximo partido a los ingredientes que les tocaron. Una prueba en la que hubo triunfos y disgustos como el de Daniel Illescas cuando vio que en la cesta de Jesulín de Ubrique solo había filetes, huevos y patatas, ingredientes con los que él tendría que idear un plato.

Eduardo no lo tuvo fácil tampoco en este primer test pues quiso utilizar el roner para cocinar a baja temperatura y tuvo que pedir ayuda a Pepe Rodríguez y Florentino Fernández, uno de los invitados. Un tanto disgustado porque las cosas no salían como quería, acabó aludiendo Eduardo a la polémica protagonizada por Patricia Conde en la última edición, cuando dijo que se ponían zancadillas a los aspirantes al talent (la organización negó dichas críticas). “Patricia Conde tenía razón” susurró a Florentino Fernández mientras regresaba a su puesto de cocina. Cuando presentó su plato el aspirante se resbaló y protagonizó un golpe tal, que Jordi Cruz y Pepe Rodríguez no pudieron contener las carcajadas.

 Una prueba de época

La prueba de exteriores llevó al equipo al plató de La promesa, serie diaria de época de TVE, para cuyos actores tuvieron que elaborar dos menús por equipos. Excepto Jesulín de Ubrique y Cadaval el resto quiso trabajar con Blanca Romero, así que esta tuvo que elegir dos nombres para acompañar a Escassi: Daniel Illescas y Miguel Diosdado. El equipo de Romero tuvo algunas dificultades con el cocinado del cochinillo y además Eduardo tuvo que abandonar las cocinas un rato debido a un corte en el dedo. El desastre les llevó a la prueba de eliminación.

Blanca Romero, Eduardo Casanova, Toñi Moreno y Laura Londoño se pusieron el delantal negro y se enfrentaron a un juego con magdalenas picantes para conseguir tiempo extra de cocinado. Solo Blanca logró sumar minutos antes de saber que el reto era una tarta floral con gelatina. A pesar de que se trataba de un postre bastante complicado Laura no quiso entregar el pin de la inmunidad y se puso manos a la obra para completar el reto. El caos de Eduardo con la receta de nuevo provocó los cómicos comentarios del actor, que contagiaron su buen humor a los jueces. “No es en absoluto una buena tarta, ni la que habéis pedido. No sé si está buena" comentó, asegurando que sin embargo “le representa”. “Está muy mala” sentenciaron los jueces antes de comunicarle su expulsión.