La boda íntima de Mónica, la novia que se casó con un precioso vestido camisero

"Andrés, mi marido, y yo nos conocimos hace muchísimos años, de jovencitos, porque veraneamos en la Costa Brava en el mismo pueblo. Yo era muy amiga de su hermano pequeño. Nos llevamos cuatro años y el iba en el grupo de los mayores, era bastante ligón y yo siempre le había encontrado guapísimo, pero nunca me había planteado que llegara a pasar nada... Al hacernos mayores empezamos a salir todos juntos y entablamos una amistad, nos llevábamos genial. Y un día de verano de 2014 pasó lo que pasó: los dos nos sorprendimos y nuestros amigos aún más, fue muy gracioso. Y desde entonces todo viento en popa. He encontrado a mi media naranja, mejor amigo y compañero de vida, no me creo la suerte que tengo", introduce Mónica.

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"Celebramos nuestra boda el sábado 14 de Noviembre 2020. Inicialmente la boda era en verano, el 4 de Julio 2020, pero en abril, cuando estábamos cerrando las invitaciones para enviarlas, quisimos echar el freno y ya en mayo no lo teníamos nada claro, ya que todo era una incertidumbre y no queríamos dejar de hacer las cosas planeadas ni poner a los casi 300 invitados en riesgo. Así que decidimos posponer la fecha. Ya estaban todas cogidas hasta octubre, de manera que nos quedamos con la del 14 de noviembre. En verano se celebraron varias bodas, hasta en septiembre, pero después de verano otra vez todo, como era de esperar, se vino abajo y volvieron las restricciones y empezamos a tener dudas para el día 14. Nos casábamos en Girona, de dónde yo soy y donde estamos viviendo ahora mismo, en la Iglesia del ‘Sagrat Cor’, pero mi marido (se me hace aun raro llamarle así) es de Barcelona. Media boda venía de Barcelona, por lo tanto el problema principal que nos surgió fue el cierre perimetral entre comarcas…"

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"Yo tuve la suerte que la gran parte de mis invitados eran de Girona, así que pudieron asistir la mayoría de ellos y como mi marido también les consideraba familia y amigos se sintió igual de arropado. Después de la ceremonia hicimos una pequeña comida familiar en petit comité, mis padres, mi hermana con su novio y mi abuela, mis suegros y mis dos cuñados con pareja, 12 comensales en total. Para mí que mi marido tomara la decisión de seguir adelante con el día, ya que yo le insistía que lo pospusiéramos otra vez, sabiendo que sus mejores amigos no podrían estar presentes ni el resto de los suyos, a parte de sus padres y hermanos, fue la prueba de amor más bonita que me pudo hacer en la vida".

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"Lo más especial para nosotros fue pasar un día mágico con nuestra familias. Solamente éramos 12, pero, como pasa en todas las bodas, no tienes tiempo de nada ni de comer, con nervios, tienes que estar por todo el mundo y dejas un poco de lado a tus padres abuelos y hermanos... En cambio celebrarlo como lo hemos hecho nos ha dado la oportunidad de disfrutar de este día tan especial con ellos y esto fue lo más bonito. La comida que hicimos y la tarde noche que pasamos fue perfecta, tranquilidad y mucho éxtasis de felicidad y amor".

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"Lo que hemos tenido que modificar ha sido hacer la boda en dos días: pasar de una boda que estaba prevista que fuera de tarde-noche a una boda de día, por curarnos en salud sobre el toque de queda o cualquier imprevisto de última hora. Y que, en la celebración, que está prevista para este próximo 29 de Mayo, no haremos fiesta/discoteca, muy a nuestro pesar ya que los dos somos muy fiesteros, pero hemos optado por un plan que creemos que quedará muy bien y en el que todo el mundo lo pasará genial, teniendo siempre como prioridad la tranquilidad de nuestros invitados".

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"Mi padre, que es súper puntual, me tenía avisada de que aquel día estaríamos a la hora en la iglesia y que no podíamos retrasarnos, los dos estábamos listos con tiempo, pero el coche que nos venía a recoger se perdió por las calles de Girona y llegamos un poco más tarde. Con mi padre nos reímos mucho ya que, por un día yo era puntual... Pero, a la vez, nos dio más tiempo para estar los dos solos y tranquilos en casa"

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"Con mi marido este último año hemos aprendido a ser pacientes, a priorizar las cosas importantes para nosotros, como son la salud y el trabajo y, sobre todo, nuestras ganas de casarnos y convertirnos en familia. La celebración quedó en un segundo plano. A veces todos los novios pecamos de solamente poner todas nuestras energías en la organización de la celebración y la fiesta, pero en realidad le restamos importancia al significado de prometerse y casarse, que al final es lo más importante"

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"Nuestro momento más feliz fue, al final del día, tumbarnos en la cama del hotel y mirarnos las manos, ver nuestras alianzas y darnos cuenta que por fin ya nos habíamos dado el 'sí, quiero', nada más importaba, estábamos en una nube. Aunque no fue la boda imaginada de un día completo con tus mejores amigos y familiares y una fiesta, fue un día mágico que volvería a repetir de esta misma forma un millón de veces. Fue íntimo y precioso, sin estrés, viviendo cada instante y guardándolo para el recuerdo. ¡Me considero afortunada de poder volverme a poner mi vestido de novia por segunda vez, es un lujo y me muero de ganas!"

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A quienes se casan próximamente Mónica les dice: "es vuestro día, un día que recordaréis toda vuestra vida. Sabed, sobre todo, que sois vosotros, el resto no importa. Si os está angustiando posponer la boda, haced vuestro sueño de ser marido y mujer realidad, aunque seáis solamente vosotros dos con vuestros padres, ya tendréis tiempo para hacer la celebración por todo lo alto. Pero la vida pasa y este momento vuestro es único. Ni una pandemia ni nada os tiene que quitar la ilusión, porque al final, como he dicho, es una unión de dos personas para el resto de sus vidas".

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"Mi ramo fue precioso, el complemento perfecto para mi look de novia. Sencillo con un trabajo detrás exquisito, ya que está compuesto por pétalos de orquídeas tratados cada uno a modo de tela, con un resultado visual de efecto nacarado precioso. Obra de Jordi de ‘Montana el Taller’, con el que contamos para toda la puesta en escena de la boda".

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"Para mí lo más importante de un vestido de novia es verse una misma, no verse disfrazada. Y buscar y buscar hasta que tengas este click que te hace sentir que este vestido es para ti. La opción de hacerse un vestido a medida es complicada, porque tienes dudas de cómo va a quedar, pero es un proceso precioso. Y lo mejor es que es único. Lo más importante es que con quien te lo hagas tengas complicidad, te entienda y te de plena confianza. Yo con esto no tuve problema ya que al ser también diseñadora todo estaba en mi cabeza y lo visualizaba muy fácilmente".

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Teresa Helbig fue la diseñadora del vestido de novia de Mónica. "Mi vestido fue 100% yo. Un vestido de crepé de seda, camisero, hasta la cintura abierto sin botones. La parte de abajo era una falda con un vuelo precioso y una cola espectacular. Y la guinda del pastel fueron los detalles, los plisados en el escote y los puños eran increíbles. Estoy enamorada de los puños de mi vestido, un detalle que a la sobriedad del vestido le daba mucho carácter, que es lo que buscaba".

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"Otra cosa que tenía clara era que no quería llevar un pendiente pequeño, ni perlas ni brillantes, sino que quería unos pendientes colgantes un poco grandes. Teresa me recomendó varias tiendas de antigüedades, pero no encontraba nada que me encajara y finalmente me enseñó unos pendientes preciosos de su colección, con los que quedé prendada, que también combiné creando con los mismos unos gemelos para los puños. Estos detalles fueron los que acabaron de hacer que todo el look fuera simplemente perfecto. Teresa consiguió crear un vestido único que transmitía mi personalidad y en el que me veía yo 100%, cada vez que miro las fotos me siento más orgullosa de la elección que hice".

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"En ningún momento cambié de idea de vestido. En enero de 2020 lo pusimos en marcha. Yo tenía claro que quería ir con manga larga, aunque me casara en verano, ya que me veía más favorecida porque soy delgadita y pequeñita. Suerte la mía que al final pospusimos la boda del 4 de julio, porque hizo un calor horrible. Para noviembre fue perfecto y ahora para la celebración a finales de mayo también".

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"Yo siempre sueño muchísimo. Soy diseñadora en Inditex y el mundo del arte y el interiorismo me apasionan. Siempre he tenido una idea clara de cómo quería que fuera nuestra boda: lo más importante para mi era crear una atmósfera que nos llenara a nosotros de emoción al igual que a todos nuestros invitados, crear un espacio que nos hiciera viajar a un lugar mágico. Para nosotros la puesta en escena era lo más importante, cada elemento y detalle era fundamental y lo tenía todo idealizado en mi imaginación. Por suerte mi marido me dio carta blanca para hacer realidad lo que tenía en mi cabeza", concluye.

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