Bozal de tubo
Se fabrican en tela o nylon, aunque también los hay de otros materiales, incluso de cuero. Se le llama ‘de tubo’ porque efectivamente tienen forma de cilindro. Son muy utilizados cuando lo que se pretende es evitar el ladrido, para viajes o para situaciones en las que el perro puede generar un conflicto con otros animales o en situaciones en las que el ladrido nos puede acarrear problemas. Este bozal se adapta completamente al hocico, le fuerza a mantener la boca cerrada y evita completamente que pueda emitir sonidos y, por supuesto, morder. Sin embargo, por todo ello se trata de un bozal incómodo e incluso que puede ser peligroso para el perro pues evitando abrir la boca le está privando del jadeo, es decir, de la respiración bucal que realizan los perros y que les ayuda a equilibrar la temperatura de su cuerpo, razón por la que este tipo de bozal está completamente contraindicado en épocas de calor y mucho menos dando un paseo o realizando ejercicio físico. La normativa de Barcelona, por ejemplo, prohíbe utilizar este bozal por el peligro que supone para la seguridad del can.
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