Hidratar, hidratar… e hidratar. Es el gran mandamiento de los meses de verano, que no podemos perder de vista ante el ascenso de las temperaturas. Cuando el termómetro se dispara, nuestro organismo sufre de una disminución general de agua y electrolitos, debidos a la deshidratación celular.
“Por eso, en esta época del año se hace aún si cabe más necesario el aporte de líquidos”, apunta la farmacéutica Mar Sieira, que añade que, si además, nos aportan algún beneficio fisiológico extra, como es el caso de las infusiones, mucho mejor.
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