¿Qué podemos hacer?
La duda es, parece evidente, qué podemos hacer para paliar estos cambios estructurales y funcionales que deterioran nuestra masa muscular y nuestra salud. “Las terapias no farmacológicas como el ejercicio físico y el soporte nutricional se consideran la base para la prevención y el tratamiento de las anomalías musculares asociadas a la edad”, comenta el experto.
Por eso, en su opinión, mantener un estilo de vida activo, cumpliendo con unos mínimos de actividad física y complementando con ejercicio te ayudará a paliar esta pérdida de masa muscular y mejorar tu composición corporal.
“En concreto, el ejercicio de fuerza es el mejor aliado para conservar o incrementar tu masa muscular. Son numerosos los beneficios que ha demostrado para la salud: es eficaz para aumentar la masa y calidad muscular, reduce la grasa visceral, aumenta el metabolismo basal, mejora el perfil lipídico, evita la pérdida de masa ósea, mejora la capacidad antioxidante, reduce la inflamación crónica y mejora la sensibilidad a la insulina y la homeostasis de la glucosa”, detalla el entrenador personal.
“Por todo esto, podemos afirmar que el músculo es mucho más que un tejido que mejora nuestra estética. La masa muscular es salud, ya que te ayuda a mejorar tu calidad de vida en los años venideros y te permite envejecer de manera saludable”, se muestra contundente.
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