¿Qué la causa y cómo se diagnostica?
El doctor Baca apunta que la causa es una bacteria, tipo bacilo, del género Bordetella, llamado Bordetella Pertusis, que es especialmente lesiva para el aparato respiratorio. “Produce inmunidad, pero ésta va disminuyendo con el tiempo, por lo que se puede volver a padecer la enfermedad. Otras Bordetellas como parapertusis, bronquioséptica y otros agentes infecciosos como el Mycoplasma, así como una gran diversidad de virus, pueden originar tos prolongada, pero ninguno de ellos es tan severo como en la tosferina”, puntualiza.
¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?
El diagnóstico se realiza fundamentalmente por la sintomatología. Con mucha frecuencia es un diagnóstico difícil, sobre todo si:
1) Está en periodo asintomático.
2) Está en fase catarral común a cualquier síndrome gripal.
3) Hay el antecedente desorientador de que ya pasó la tosferina o incluso de que esta correctamente vacunado.
4) Es un lactante sin tos o un adolescente o adulto con poca tos y poco característica, pero que contagia como cualquier otro cuadro de tosferina.
Por eso, el doctor nos cuenta que el diagnóstico en sus etapas iniciales puede ser difícil porque sus signos y síntomas se parecen a los de otras enfermedades respiratorias frecuentes, tales como catarros, la gripe o las bronquitis. “El dato más fidedigno es el hallazgo de la Bordetella Pertusis en las secreciones faríngeas, es decir un cultivo nasofaríngeo. Se toma una muestra con un hisopo o una muestra por succión de la región donde se unen la nariz y la garganta (nasofaringe). La muestra luego se analiza (cultivos, PCR, etc)”, nos explica el doctor, que matiza que, en ocasiones, eso sí, es necesario completar el diagnóstico con alguna de las siguientes pruebas:
-Análisis de sangre. En una muestra de sangre podemos comprobar la cantidad de glóbulos blancos, sugerentes de una infección. No es específico para la tosferina.
-Una radiografía de tórax. Para valorar posibles complicaciones tipo neumonía.