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Piensas en verano y vienen a tu mente imágenes de la playa o la piscina. El agua se convierte en nuestro mejor aliado, el más refrescante, cuando las temperaturas se disparan. Pero es que, además, podemos sacar partido al líquido elemento poniéndonos en forma. Entrenar en el agua tiene muchos beneficios. “En primer lugar, es una gran forma de seguir realizando actividad en verano, a pesar de parón de las vacaciones, añadiendo un cambio al hábito de entrenamiento que podamos tener. Siempre será más ameno entrenar en el agua, tanto por el cambio de medio como por contribuir a reducir el calor del sol. Es un medio de entrenamiento perfecto para evitar golpes de calor. Además, los entrenamientos acuáticos hacen que los ejercicios sean más efectivos y ayudan a mantener la resistencia y el tono muscular”, nos cuenta Júlia Ndocky Ribas, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y Deporte y Técnica de la División de Actividad Física de Metropolitan.

 

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Nos ayudan a quemar calorías

¿Cuál es el más recomendable? “Todo depende para el fin con el que se vaya a realizar dicho deporte, ya que hay muchos abanicos como competición, diversión, rendimiento físico. Hay muchos en los que no interviene una gran técnica ni requerimiento en material, como la natación, que sería el más recomendable dentro de este sector”, nos dice por su parte Alex García, director de Fit Club Madrid. Mientras, la entrenadora personal nos cuenta que el principal beneficio que nos aporta entrenar en el agua es la resistencia que el medio aporta (la mayor densidad del agua respecto al aire añade una carga no habitual a los ejercicios). Se puede así eventualmente aumentar la quema de calorías y casi sin notarlo. “Por otro lado, nos ayuda a mantener unos buenos niveles de resistencia y capacidad respiratoria, así como el tono muscular”, nos dice la experta de Metropolitan. “Son muy efectivos para adelgazar porque intervienen un gran número de grupos musculares y por consecuencia hay un gran consumo calórico”, añade el director de Fit Club Madrid.

 

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Natación, un deporte muy completo

Es el deporte por excelencia para practicar en el agua. Además de ser muy popular, es muy efectivo para perder peso, ya que como nos cuenta la entrenadora personal de Metropolitan, pone a trabajar a todo el cuerpo y ayuda a tonificar y fortalecer los músculos. Siempre hablando de forma general y sin tener en cuenta excepciones, una hora de natación puede hacernos quemar hasta 400 KiloCalorías.

 

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Surf, un deporte muy exigente

Este deporte exige tanto a nivel físico, que se vuelve una opción ideal para fortalecer las piernas y ganar resistencia, a la vez que trabaja los abdominales y toda la musculatura postural de manera intensamente.

 

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Paddle surf, ideal para tonificar

Es una variante del surf, un poco más sencilla pero igual de intensa. Ayuda a perder peso y a tonificar, nuevamente por la exigencia de equilibrio y resistencia que demanda, la musculatura profunda y postural trabaja mucho. Las personas que se inician en este deporte notarán mucho además el trabajo abdominal y de la zona alta de la espalda que aporta el remar en pie.

 

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'Aquarunning', buen quemagrasas

Es un ejercicio aeróbico que, sumado a que lo hacemos en el agua, es ideal para quemar grasas. Consiste en correr, en el agua, tan simple como eso. Debemos solo tener en cuenta que el agua nos llegue a la cintura, como máximo, para poder desplazarnos sin sobreesfuerzos, que nos impidan realizar los movimientos correctamente.

 

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'Aquacycling', trabajo muscular

Es una versión del spinning pero en el agua. Literalmente, las bicis se sumergen en el agua y permiten hacer una clase en la que se trabaje todo el tren inferior, aprovechando la resistencia extra que aporta pedalear contra la fuerza del agua. Debido a la resistencia externa, también se trabajan el tren superior y los abdominales.

 

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Otras opciones para entrenar dentro del agua

La experta de Metropolitan nos cuenta que si no te gusta practicar un deporte como tal, pero quieres entrenar dentro del agua, también hay opciones para ti. Puedes seguir una serie de ejercicios como:

- Andar.

Este es un ejercicio que viene muy bien si acabas de comenzar y aún no te has acostumbrado a moverte dentro del agua, o bien para entrar en calor. El agua debe llegarte a la cintura, y simplemente recorre la piscina andando normalmente.

-Correr en el lugar

Igual que lo harías fuera, levanta las rodillas y simula los movimientos de correr, en el lugar. Además, las articulaciones soportan una carga muchísimo menor a la que soportan corriendo en tierra firme. “Para el perfil de runner, me parece una muy buena alternativa durante el verano para dar descanso a las articulaciones. Este es una factor muy importante para aquellos que corren cada semana durante el resto del año y/o participan en carreras populares”, nos explica.

 

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Ejercicios dentro del agua

También puedes probar a realizar sentadillas o zancadas. Con el agua también a la cintura, realiza de forma tradicional estos dos ejercicios. Ten en cuenta que la carga será menor por el efecto de ingravidez en el medio acuático, generando un efecto de soporte o sujeción. ¿Y por qué no pruebas a saltar? Para este ejercicio, el agua puede estar un poco más alta, a la altura del pecho está bien. Puedes saltar impulsándote con una pierna, intercalando, o con las dos. También puedes sumar los brazos, extendiéndolos hacia arriba. La resistencia del agua hace que saltar en ella suponga una esfuerzo mucho mayor que fuera de ella, con mucha menor carga sobre las articulaciones.

 

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¿Abdominales en el agua?

Júlia Ndocky Ribas nos cuenta que también podemos aprovechar para trabajar los abdominales en el agua. Si colocas las piernas en el bordillo, por fuera del agua, podrás hacer abdominales, con el mismo movimiento que lo harías tumbado en el suelo.

 

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Tiempo para el relax

La experta de Metropolitan apunta que para acabar la rutina, puedes añadir algunos ejercicios de relajación, como la clásica postura de plancha o “muerto”, relajando todo el cuerpo, para aliviar los músculos y la tensión de la espalda.

 

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