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El congrio es un pescado muy popular y bastante consumido en España, que suele tener un precio medio, dependiendo de si es fresco o congelado o la época en la que estemos -de octubre a febrero es su momento de esplendor-. Aporta mucho sabor pero hay que cocinarlo el tiempo justo para que no se reseque en exceso. En platos como las sopas o los guisos, resulta especialmente rico, como aquí, con guisantes, alcachofas y huevo duro.
- 1 kilogramo de Congrio en rodajas, sin la cabeza
- 8 ud de Alcachofas
- 250 g de Guisantes en conserva o congelados
- 2 ud de Huevo
- 1 litro de Caldo de pescado
- 1 chorrito de Vino blanco
- 1 unidad de Cebolleta
- Harina
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva
- Perejil fresco
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1.
Limpia las alcachofas quitando las hojas de fuera, deja el tallo y córtalas por la mitad.
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2.
Coloca un cazo en el fuego, llena con agua, añade sal y cuando hierva, incorpora los huevos y cuece durante unos 10-12 minutos. Deja enfriar, pela y reserva.
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3.
Coloca una cazuela en el fuego, llena con agua, añade sal y cuando hierva, incorpora las alcachofas y deja cocer unos 20-25 minutos.
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4.
Lava, seca y pica la cebolleta.
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5.
Seca el congrio, salpimenta y pasa por harina.
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6.
Coloca otra olla en el fuego, añade aceite y sella el congrio por sus dos lados. Retira y reserva.
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7.
Añade la cebolleta y póchala; echa los guisantes y el vino y espera a que evapore el alcohol.
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8.
Incorpora las alcachofas, el congrio y el caldo de pescado y cocina durante unos 5 minutos a fuego medio.
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9.
Sirve el guiso con el huevo duro cortado en cuartos y un poco de perejil.