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Los profiteroles son un dulce para comer todo el año, que consiste en unas bolas de pasta 'choux' horneada y rellena de crema, nata... o, como hacemos nosotros, de helado. Luego les echamos un poco de chocolate con leche y unas tiras del blanco ambos derretidos, metemos unos instantes a la nevera ¡y ya tienes listo un postre de verano absolutamente increíble!
- 180 g de Harina
- 270 ml de Leche
- 85 g de Mantequilla sin sal
- 2 ud de Huevo
- Helado de chocolate blanco, negro...
- 100 g de Chocolate negro
- 50 g de Chocolate blanco
- 1 chorrito de Leche
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1.
Precalentar el horno a 180ºC.
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2.
Cocer en un cazo la leche con la mantequilla hasta que se disuelva.
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3.
Retirar del fuego, añadir la harina de golpe y remover con una espátula hasta que la masa se despegue con facilidad de las paredes.
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4.
Añadir los huevos, mezclar bien y meter la masa en una manga pastelera con la boquilla redonda.
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5.
Formar pequeñas bolas sobre una bandeja con papel sulfurizado y hornearlas durante 15 min.
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6.
Sacar con cuidado los profiteroles del horno y cuando estén fríos, abrir por la mitad.
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7.
Fundir el chocolate con leche y el blanco, por separado, con un poco de leche -en el micro o al baño maría-.
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8.
Rellenar los profiteroles con el helado, montar y colocar en una bandeja.
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9.
Cubrir con el chocolate con leche fundido y unas rayitas del blanco.
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10.
Meter 5 minutos en el congelador, sacar ¡y listos!