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Esta receta le da una vuelta de tuerca a las tradicionales tartas saldas de verduras, cubriéndose con ramilletes de brócoli y tomates cherry. Si quieres, puedes añadirle un poco más de proteína con unas láminas de salmón ahumado, que combina a la perfección.
- 1 rama de Brócoli
- 10 ud de Tomates cherry
- 80 g de Queso parmesano rallado
- 3 ud de Huevos
- 100 ml de Nata para cocinar
- Pimienta negra
- Nuez moscada
- Sal
- 1 lámina de Masa de hojaldre o quebrada
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1.
Precalentamos el horno a 200 ºC.
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2.
Lavamos bien nuestro brócoli y le retiramos el tallo, cortando los ramilletes en pequeñas porciones. Lo cocemos en una cacerola con agua, contando aproximadamente unos 10 minutos desde que el agua empiece a hervir.
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3.
Escurrimos bien y le damos un golpe de agua fría. Reservamos. A su vez, lavamos los tomates cherry y, si queremos, podemos trocearlos.
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4.
Engrasamos un molde apto para horno con un poco de aceite y extendemos nuestra masa quebrada o de hojaldre, la que prefiramos en este caso. Metemos en el horno, por arriba y por abajo (si tenemos función ventilador, mucho mejor) durante unos diez minutos.
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5.
Mientras, en un bol grande, batimos los huevos, añadimos la nata para cocinar, salpimentamos y reservamos.
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6.
Colocamos los ramilletes de brócoli y los tomates cherry por toda la masa y, a continuación, vamos cubriendo los huecos con nuestra mezcla anterior.
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7.
Horneamos a 180 ºC durante 30-40 minutos aproximadamente, hasta que veamos que el huevo ha cuajado al pinchar con un tenedor.