Nacido como evolución de los llamados ‘dulces de yema’ conventuales (como el tocino de cielo o las yemas, especialmente creados para aprovechar yemas sobrantes de la clarificación del vino), el turrón de yema es un emblema de las mesas navideñas españolas.
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También llamado ‘Turrón de yema tostada’ cuando se carameliza la superficie, sus ingredientes principales son -además, claro, de las mencionadas yemas-, el azúcar y la almendra molida. Su textura es menos firme que la del turrón duro y ofrece un sabor cremoso y delicado, que recuerda a la crème brûlée.
A partir de la receta original, han ido surgiendo con el tiempo variantes de este turrón (con canela, con limón, con coco…). Sin embargo, ninguna de estas versiones está permitida en el concurso anual que premia ‘Mejor turrón artesano de yema de España’.
Este campeonato, celebraba ayer en Barcelona su cuarta edición y quienes desean participar (pueden hacerlo todas las pastelerías y panadería con punto de venta en España) solo pueden presentar turrones de yema en su receta más tradicional: tabletas elaboradas en su totalidad “con almendra, yema de huevo, lácteos (opcional), azúcares y aromatizantes, quemados por una o varias caras, a elección del artesano, sin ningún tipo de decoración añadida”, según rezan las bases.
Organizado por el Gremio de Pastelería de Barcelona (encargado también de otros concursos como el de Mejor croissant artesano de España’ o el de ‘Mejor panettone de España’), el objetivo de esta nueva edición del concurso volvía a ser el mismo: incentivar y premiar las habilidades de los profesionales del sector y reconocer la calidad de la pastelería artesana del país.
Así pues, el durante la mañana de ayer el jurado del campeonato, formado por relevantes nombres del mundo de la repostería, fue catando las distintas piezas presentadas, valorándolas en función de parámetros como aspecto, sabor, o textura.
Tras la deliberación, este panel de expertos decidió que el premio al mejor turrón de yema de este 2025 debía ser el presentado por la pastelería Turull.
TURULL: UNA PASTELERÍA HISTÓRICA Y FAMILIAR
Con más seis décadas de historia, la pastelería Turull se ubica en Tarrasa y es una de las más conocidas de la ciudad catalana. Fue fundada por el Joan Turull, impulsor de Museo del Chocolate de Barcelona, y hoy está dirigida por su hija Aniana Turull. Su catálogo de dulces artesanos muy amplio: en esta época del año, además de su turrón de yema (cuyo proceso de elaboración ya mostraban hace un par de años en este vídeo de sus redes sociales), ofrecen imprescindibles de estas fechas como el roscón o el panettone.
En Semana Santa son conocidas sus monas de Pascua, y durante todo el año los golosos alegran su paladar en esta pastelería con ‘tentaciones’ como tartas, palmeras, magdalenas, neulas (barquillos). Sin olvidar uno de sus dulces más emblemáticos: el ‘Cardenal’, un pastel muy que combina merengue, nata y un baño de chocolate.
Turull toma así el relevo del ganador del año pasado, Martí Giner, de las pastelerías Zaguirre que, casualmente, también se ubican en Tarrasa.
Más información:
www.pastisseriaturull.com
