La combinación ideal
Partiendo de la base de que el desayuno perfecto no existe, el enfoque correcto pasa por la personalización, "porque se basa en nuestro estilo de vida y el tipo de alimentación que llevemos. Por eso, cada persona tiene y debe adaptarlo a su tipo de régimen nutricional. Lo más importante es que siempre incluya frutas, verduras, carbohidratos complejos, una proteína de alta calidad y grasa saludable". En la práctica, "lo ideal es combinar el hidrato complejo (tostada de pan integral, boniato/batata, entre otros), con una fuente de proteína como lo son el jamón serrano, el queso, huevo o atún, y para los veganos, tofu, tempeh y grasa saludable como el aove, mantequilla clarificada o frutos secos".
En cuanto a opciones rápidas de preparar, "si no disponemos de mucho tiempo propongo un yogur natural con un 2% de grasa y acompañado de frutos secos (nueces, avellanas, etc.). Adicionalmente, una pieza de fruta y un poco de granola o copos de maíz sin azúcar". De los beneficios de la receta nos quedamos con que "evitamos la inflamación y damos un aporte nutricional completo y sencillo, porque aportamos al organismo distintos nutrientes, entre ellos, el Omega 3. Aunque si nuestro consumo es poco, también podemos utilizar suplementos alimenticios como los de Marnys, que nos ayudan a complementar la ingesta de los nutrientes que necesitamos en la dieta normal y es un extra para nuestro bienestar".