Hasta hace bien poco, Tamara Falcó no parecía tener suerte en el amor. Pero no era algo que le quitara el sueño a su madre, Isabel Preysler , que hace unos meses, confesaba en ¡HOLA!: “No me preocupa en absoluto que Tamara no encuentre la estabilidad sentimental. Además, en ese tema soy muy egoísta. Me encanta que siga soltera y viva en casa”.

Ahora que su hija vuelve a estar ilusionada junto al atractivo diseñador de coches Íñigo Onieva , hermano de la actriz Alejandra Onieva —protagonista de la serie de Netflix Alta Mar—, la propia Isabel nos ha confirmado que ve con muy buenos ojos este noviazgo: “Tamara está en un momento muy bueno, con Iñigo. Los veo muy contentos y muy bien juntos ”.

Es más, Mario y ella ya han mantenido varios encuentros con el novio de su hija y la impresión que Íñigo ha causado en Isabel no ha podido ser mejor. “Hemos cenado con ellos unas cuantas veces. Él es un chico muy simpático y sobre todo, a ella la veo muy contenta y feliz”, nos dice.

Isabel Preysler está feliz con lo bien que le va a Tamara en todos los aspectos, ahora se ha convertido en toda una estrella de la televisión —gracias a sus intervenciones en El Hormiguero y como jurado del programa El Desafío —, y que ha comenzado sus clases en la escuela de alta cocina Le Cordon Bleu . “Está encantada con su trabajo y encima está enamorada… pues no te quiero ni contar”, exclama la madre de la aristócrata.

Tamara ya se ha comprado su propia casa , muy cerca de Puerta de Hierro, donde vive su madre, pero no se mudará hasta que terminada la construcción. Además, ha alquilado un ático en un céntrico barrio de Madrid, que, en principio, utiliza como despacho. Sin embargo, ya ha sido vista compartiendo tareas junto a Íñigo —como haciendo la compra— por los alrededores de este piso. Por lo que tal vez, pronto se decidan a dar el paso de irse a vivir juntos. En este sentido, Isabel también nos dijo al respecto en una ocasión: “¡Me daría pena, claro! Cómo no le va a dar pena a una madre que se vaya una hija de casa... Eso siempre es muy triste, aunque es ley de vida”.