Niño mirando un móvil con cara de sorpresa©AdobeStock

Nuevas tecnologías

Una experta te cuenta cómo lograr que tus hijos usen el móvil evitando los riesgos

Poder comunicarse en todo momento, saber dónde está... hay muchas razones por las que los padres dan un móvil a sus hijos. Pero ¿cómo huir de los peligros que el mundo virtual puede entrañar para ellos? ¿De qué manera conciliar ambas situaciones?

Alrededor del 90% de los niños de 10 años ya usa Internet, y el 45% de ellos tiene teléfono móvil. Son datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), que refuerzan la idea de que vivimos en un entorno eminentemente digital en el que los menores están de lleno.

Eva Bailén es ingeniera de telecomunicaciones, profesora y madre de tres hijos. En su libro  Conectados y empoderados (Ed. Plataforma), se plantea cómo guiar a las nuevas generaciones en el mundo online para que puedan extraer lo bueno que trae, sin caer en sus peligros. Hemos charlado con ella.

¿Cómo es la relación con la tecnología de una ingeniera de telecomunicaciones y madre de tres hijos?

Siempre he sido muy curiosa respecto a las nuevas tecnologías. Además, creo que he transmitido esa curiosidad a mis hijos. Y también el foco en utilizarla para interés propio, resolver dudas, poner en marcha ideas y proyectos. En nuestra familia, la tecnología es una herramienta que nos ayuda mucho, sobre todo ahora que mis hijos están estudiando fuera y no viven en casa. Nos mantiene en contacto, nos permite incluso compartir momentos relevantes o ver una película casi como si estuviéramos en casa juntos. He aprendido durante años a usar la tecnología movida por esa curiosidad y por la responsabilidad de entender qué se iban a encontrar mis hijos detrás de las pantallas.

En los últimos meses, un grupo de padres ha liderado una iniciativa para prohibir los móviles hasta los 16 años, ¿cuál es tu opinión sobre ella?

Lo respeto, yo lideré también una iniciativa algo polémica para racionalizar los deberes escolares, así que empatizo con ellos. Pero es cierto que no me siento identificada con esa causa. Me parece irrealizable prohibir los móviles hasta los 16 años. En vez de prohibir, pienso que es necesario educar y acompañar a los niños en el uso responsable de la tecnología, facilitando así una transición más segura y consciente hacia su independencia digital.

Eva Bailén©Eva Bailén

¿En qué momento podemos considerar que un niño está preparado para tener un teléfono con acceso a Internet?

No hay una edad única para todos, sino que depende de la madurez y preparación del niño, su entorno y la necesidad de uso. La preparación previa incluye haber recibido una educación consciente sobre los riesgos y responsabilidades asociadas al uso de un smartphone y acceso a internet. Para estar preparado entiendo, por tanto, que es necesario pasar por un proceso. Es como aprender a conducir, incluso habiendo aprobado el examen, a veces no se está preparado para conducir a solas en cualquier circunstancia. Es posible que no tengas suficiente experiencia para conducir bajo una lluvia intensa, o en una autopista de cinco carriles. Por eso es importante hacerlo de manera gradual, con supervisión y acompañamiento al principio. Yo a mis hijos les dejé usar móviles y tabletas desde los ocho o 10 años, pero solo en casa y en el salón. No tenían una tarjeta SIM. Fue una solución gradual para que empezaran a usarlos de manera controlada.

Comentas en el libro que “si tienes hijos o alumnos a los que educar, permanecer ignorante de esta gran parte de sus vidas puede ser una irresponsabilidad muy grande”. Los padres se sienten abrumados porque sus hijos van más deprisa, ¿por dónde empezar?

Yo empezaría por sentarme junto a ellos e interesarme por lo que ven, escuchan, y sienten al acceder a los contenidos, a las redes sociales o lo que quiera que tengan detrás de la pantalla. Les preguntaría, de manera genuina, nada impostado, sobre su vida digital, sin intención de fiscalizar ni criticar, sino de comprender e incluso compartir un momento agradable juntos. A menudo nos sentamos junto a ellos a hacer los deberes, o a practicar un instrumento, o a jugar a un juego de mesa, ¿Por qué no hacerlo para ver a su youtuber favorito o a jugar a ese videojuego que tanto le gusta?

También apuntas: “Si abordamos la educación con mentalidad de crecimiento, convencidos de que podemos mejorar nuestras habilidades, no podemos quedarnos fuera de lo digital”. ¿Qué hacemos con los riesgos?

Yo defiendo que, en lugar de rechazar la tecnología por sus riesgos, se debe adoptar una mentalidad de crecimiento que permita mejorar nuestras habilidades digitales y manejar esos riesgos de manera efectiva. Esto implica educarse e interesarse continuamente, tanto por parte de los padres como de los niños, sobre cómo utilizar la tecnología de manera segura y positiva.

Libro "Conectados y empoderados"©Plataforma

Muchos padres se quejan de que sus hijos abusan de las redes sociales, pero son ellos mismos los que también comparten la vida de sus vástagos. En el libro habla de esa contradicción, del sharenting, de esa huella digital que se forja casi desde que nacen...

Efectivamente, es curioso encontrar por un lado a padres que se quejan del uso excesivo de las redes sociales por parte de sus hijos mientras otros (o los mismos) contribuyen a la presencia digital de sus hijos menores desde una edad temprana. Creo que es necesario ser consciente de la huella digital que estamos creando para nuestros hijos, y de educar sobre la privacidad y el manejo seguro de la información personal que compartimos por medios digitales. Algunos datos personales son clave para identificarnos en determinados servicios, y en poder de delincuentes puede entrañar graves riesgos como una posible suplantación de identidad.

¿Nuestros hijos son de verdad ‘nativos digitales’ o necesitan ser guiados en este terreno como en el resto?

El término nativo digital creo que lleva a confusión. Se ha cuestionado a menudo este término porque la idea de alguien nativo sugiere una persona que domina lo que habla, lo que dice. Pero en este caso simplemente marca una generación, una época en la que las personas han nacido bajo el paraguas de lo digital. Los padres siempre vamos a tener ventaja en experiencia de viday este conocimiento nos debe servir para guiarlos en lo digital y en lo real.

¿Cuáles son los límites insalvables que hay que poner en el uso de la tecnología en menores para que puedan aprovecharse de sus ventajas?

Partimos de establecer límites claros y consistentes en el uso de la tecnología, como horarios específicos sin dispositivos y zonas libres de tecnología en el hogar, para asegurar que los niños puedan beneficiarse de la tecnología sin que esta domine sus vidas. Los dispositivos electrónicos pueden ser muy adictivos, por lo que el uso controlado, el no permitir nunca que interfieran en la calidad y las horas de sueño,o en el rendimiento académico son líneas rojas que no hay que cruzar para poder disfrutar de la tecnología y sus ventajas sin que se convierta en un elemento discordante en la vida y convivencia familiar.


¿Qué beneficios tiene para nuestros hijos estar en un mundo digital?

Algunos beneficios serían el acceso a información y recursos, las enormes oportunidades de aprendizaje que se abren con el acceso a internet, y el desarrollo de habilidades para el futuro, así como la posibilidad de hacer conexiones personales globales. La brecha digital es una realidad y, en breve, aparecerá una nueva brecha entre aquellos que sepan usar la inteligencia artificial y los que no. Creo que se cierran muchas puertas si no se adquieren habilidades digitales con vistas al futuro. Sin embargo, estos beneficios solo se pueden aprovechar plenamente si los niños están equipados con las habilidades y el conocimiento necesarios para usar la tecnología de manera responsable y crítica.

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