Durante la pandemia por COVID se generalizaron los test rápidos de uso domiciliario donde cada persona podía comprobar por sí misma si tenía el virus o no. Bastan unos minutos para obtener unos resultados que luego se pueden confirmar con otras pruebas más precisas, pero que informan de una realidad que, como en el caso del coronavirus, indicaba unos cuidados concretos y aislamiento para evitar contagios en el caso del enfermo.

Estos test rápidos se usan también para otras patologías, entre las que están las gastrointestinales. ¿Són útiles en la consulta del pediatra para detectar afecciones de este tipo?

¿Cómo funcionan los test de diagnóstico rápido?

Los test de diagnóstico rápido llevan ya un tiempo utilizándose en las consultas de Urgencias, y su uso se está empenzando a implantar también en las consultas de Atención Primaria. Se pueden usar con sangre, heces, orina o una secreción respiratoria (como se hacía en el caso del COVID, arrastándola con un hisopo desde el interior de la nariz).

Al unir esas muestras con unas gotas del anticuerpo del germen que se quiere detectar hay una reacción que se puede ver en la prueba. Informan de si se es positivo o negativo en relación a ese germen buscado, y en el caso de las heces, también, dependiendo de la intensidad que muestre la placa, puede informar de si hay mucha o poca carga viral. “Son pruebas complementarias a la clínica, subsidiarias de la clínica e interpretables únicamente en el contexto de la clínica a la que en ningún modo pueden sustituir”, indican desde la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP).

Por tanto, los test rápidos de heces en niños debe usarlos el médico en el contexto de una exploración al menor, para cerciorarse de la presencia de un virus determinado y tomar las medidas oportunas tanto en su tratamiento como para evitar su propagación.

¿En qué casos se pueden utilizar?

Hay distintas enfermedades víricas de tipo gastrointestinal que afectan especialmente a la población infantil y para las hay disponibles test rápidos de heces.

Rotavirus

A los cinco años de edad, casi la totalidad de los niños ha tenido contacto con el rotavirus. La vacunación ante el mismo ha hecho decrecer mucho los casos, pero en ausencia de vacunación, es uno de los virus más frecuentes entre la población infantil en sus primeros años de vida. El rotavirus se elimina por las heces y puede sobrevivir durante varias horas en las manos de los padres y los cuidadores, y durante varias semanas en distintas superficies, como advierten desde la SEPEAP. Es una enfermedad muy contagiosa y para la que existen test rápidos de detección que pueden confirmar la sospecha del pediatra y ayudar a extremar los cuidados.

Adenovirus

Las diarreas causadas por adenovirus son muy frecuentes en la población infantil, aunque se dan habitualmente más entre los menores de dos años. Es una diarrea que se puede prolongar hasta dos semanas, pero con menos riesgo de deshidratación que otros cuadros similares, por lo que su gravedad es menor también. Hay test rápidos de heces para detectarla en unos 15 minutos.

Astrovirus

Suele incluirse en el mismo test que el rotavirus y el adenovirus, y cursa con diarrea de unos 5-6 días de evolución en la que es muy raro que el menor se deshidrate.

Norovirus

Cuando hay norovirus, el niño suele tener sobre todo vómitos y náuseas, más que diarrea. Es muy frecuente entre adolescentes, de hecho los norovirus son la causa de gastroenteritis viral más habitual entre este grupo, tal como apunta la SEPEAP. El test en este caso es menos rápido que en los anteriores y ofrece menos sensibilidad en sus resultados.

Campylobacter

Está detrás de la gastroenteritis bacteriana en niños y adultos. Se suele detectar porque hay sangre en las heces. El test rápido permite instaurar cuanto antes un tratamiento adecuado para evitar las recaídas y las reinfecciones.

Criptosporidium

Es una causa frecuente de diarrea en niños pequeños sanos, y produce diarrea acuosa abundantes, con dolor abdominal, náuseas, vómitos y falta de apetito. Se puede detectar también mediante un test rápido de heces.

¿Se pueden hacer en casa?

Los test rápidos de heces están reservados, de momento, para el ámbito médico, ya sea en Atención Primaria como en Urgencias. Al margen de las indicaciones ya apuntadas, estas pruebas sirven también para “descartar una alergia o un proceso inflamatorio”, como indica el Dr. Ramón Tormo Carnicé, especialista en Aparato Digestivo infantil en la consulta Dr. Ramón Tormo Carnicé Gastroenterología y Nutrición y miembro de Top Doctors. El resultado de los test rápidos se suele confirmar luego, “con un estudio de tinción de heces en el laboratorio especializado”, señala.

En un futuro, al igual que ha sucedido con los test rápidos para COVID y ahora para gripe, quizá sí estén disponibles para su uso doméstico, pero hay que esperar.