Niña mostrando una espiga de trigo con una señal de prohibido©AdobeStock

Salud

‘Hay un celiaco en la familia: ¿cuándo hacerle pruebas a mi hijo?’

La celiaquía es una enfermedad autoinmune que tiene más riesgo de presentarse si hay un familiar directo con el diagnóstico. ¿A qué señales hay que estar atentos? ¿Cuándo iniciar los controles para averigüarlo?

Entre un 1 y un 3% de la población es celiaca. Esta enfermedad se puede descubrir en cualquier etapa de la vida, ya que no siempre da síntomas y hay personas que llegan a la edad adulta sin un diagnóstico. Es más, muchos padres descubren que son celiacos cuando se someten a pruebas después de comprobar que sus propios hijos son celiacos.

Si ya hay antecedentes familiares de primer grado, el niño tiene más probabilidades de presentar celiaquía, por lo que hay que estar atentos a una serie de síntomas y realizar unas pruebas. De todo ello nos habla la Dra. Gemma Castillejo, pediatra gastroenteróloga del Hospital Universitario Sant Joan de Reus, en Tarragona, y vicepresidenta de la Sociedad Española de Enfermedad Celiaca (SEEC).

El riesgo familiar de celiaquía

Cuando hablamos de riesgo familiar de celiaquía nos ceñimos a familiares directos, esto es, de primer grado: padres y hermanos. Es cierto que cuando también se presenta en otros parientes, como tíos o abuelos, puede existir un mayor riesgo de enfermedad celiaca que en la población general, pero los exámenes rutinarios para descubrir si el descendiente es celiaco no están indicados, como sí lo están en el caso de que haya un hermano o un progenitor celiaco.

La celiaquía se manifiesta o no dependiendo de la genética de cada persona, pero cuando hay un hijo celiaco, su hermano tiene entre un 10 y un 20% de riesgo de desarrollarla también. En ello intervienen también otros genes de autoinmunidad, como explica la experta. De hecho, comenta cómo un 40% de la población tendría genes de riesgo para presentar celiaquía, pero solo en un 1-3% se confirma finalmente.

En las familias donde hay algún celiaco puede haber, y de hecho es común que así sucede, otras enfermedades autoinmunes.

Niño con cartel de sin gluten©AdobeStock

Cuándo empezar con las pruebas de la celiaquía

En el momento en que uno de los hijos tiene celiaquía, los padres han de estar atentos por si el resto de los hijos presentan síntomas. Estos pueden ser, como detalla la representante de la SEEC:

  • Diarrea.
  • Distensión abdominal.
  • Déficit de hierro.
  • Anemia.
  • Déficit en el crecimiento.
  • Dolor abdominal (es el síntoma más frecuente).
  • Vómitos.

“Estos, o cualquier otro síntoma digestivo, deben presentarse de forma recurrente o persistente”, indica la pediatra.

No obstante, hay celiacos que no muestran síntomas. Por ello, en todos los casos la recomendación es hacer una prueba genética alrededor de los dos años de edad cuando haya un familiar de primer grado con celiaquía. Consiste en un análisis de sangre donde se incluyen valores compatibles con la celiaquía. “Si el resultado indica que hay una predisposición a la enfermedad celiaca, se hará un análisis anual hasta los seis años, y a partir de ahí, cada dos años hasta la pubertad”, aclara la Dra. Castillejo.

Si ese primer análisis no arrojara ningún dato de sospecha, no hay que hacer ninguno más, a no ser que el niño presentara síntomas, situación que justificaría iniciar el estudio en ese momento.


La importancia de no quitar el gluten antes de tiempo

Aunque hace unos años se pensaba que la introducción temprana de gluten en la dieta del bebé podía predisponer a la enfermedad celiaca, ahora se sabe que no es así. De hecho, las recomendaciones actuales abogan por incluir el gluten cuando se inice la alimentación complementaria, a los seis meses de edad. Eso sí, lo mejor es introducirlo en la dieta “de forma gradual y progresiva”, como señala la especialista.

Las madres celiacas que dan el pecho pueden hacerlo sin problema. Además, se ha comprobado que el gluten (la proteína que no pueden asimilar las personas con celiaquía y que se encuentra en cereales como el trigo) no pasa a la leche materna.

Cuando el niño comienza a tener síntomas digestivos y hay algún antecedente de celiaquía en la familia, algunos padres retiran el gluten de su dieta. Es un error, según confirma la Dra. Gemma Castillejo. El motivo principal es que de este modo se falsean las analíticas que son las que van a poder determinar si un niño es celiaco o no.

“El gluten no debe quitarse hasta que el especialista lo diga. Hasta que no se hace la biopsia o el segundo análisis de confirmación para la celiaquía no se puede retirar”, advierte. A partir del diagnóstico el niño deberá seguir una dieta especial sin gluten que, aunque no cura la enfermedad, porque es para toda la vida, sí que permite reparar los daños intestinales que se hayan podido generar. “El celiaco es una persona sana que come diferente”, asevera la vicepresidenta de la SEEC.

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