Niño mirando a cámara©AdobeStock

Salud

¿Es preocupante el dolor testicular en niños?

Las molestias en los testículos son relativamente frecuentes entre la población pediátrica. En la mayoría de las ocasiones va a ser un dolor sin más trascendencia, pero en otras puede tratarse de una urgencia ante la que hay que actuar con rapidez.

La franja de edad en la que se presenta más habitualmente el dolor testicular está entre los ocho y los 13 años. Aunque lo más habitual es que esté provocado por alguna causa poco relevante, “en ocasiones por su localización y en otras por su intensidad puede producir alarma en el niño que lo padece o en su familia”, indica el Dr. José Enrique Sánchez Martínez, pediatra y neonatólogo del Hospital Vithas Málaga.

¿Cuándo hay que acudir sin demora a un centro médico ante el dolor testicular infantil? ¿Qué enfermedades pueden estar detrás? Resolvemos estas y otras cuestiones con la ayuda del experto.

¿Por qué se produce el dolor testicular?

Es importante saber diferenciar cuándo el dolor testicular en el niño obecede a un asunto sin importancia y cuándo estamos ante una urgencia. Así, las causas más frecuentes que lo provocan son las siguientes, tal como relata el pediatra.

Traumatismos

Lo más habitual es que los dolores en los testículos a esta edad se originen por golpes o traumatismos, “ la mayoría de los cuales son leves, no producen signos de inflamación y el dolor es autolimitado”; es decir, se va por sí mismo.

Orquitis y epididimitis

Ambas son inflamaciones. En el caso de la orquitis, del testículo, y en el caso de la epididimitis, de epidídimo, que es el conducto que transporta los espermatozoides desde el testículo hasta la uretra. Ambas “producen dolor de inicio progresivo, ligero o moderado, que en ocasiones puede ir acompañado de enrojecimiento del escroto”, detalla el Dr. José Enrique Sánchez. Otro signo identificatorio es que la cabeza del epidídimo está engrosada y hay dolor en la palpación.

Tal como aclara el especialista, “en niños pequeños no suelen ser infecciosas y se resuelven espontáneamente con antiinflamatorios y reposo durante unos días”, Sin embargo, “en algunos casos, más frecuentes en adolescentes sexualmente activos, pueden ser producidas por infecciones bacterianas, en cuyo caso ha de asociarse antibiótico al tratamiento”.

Torsión de hidátide

La hidátide es un pequeño apéndice del testículo que al torsionarse provoca ese dolor testicular. “Al igual que la epididimitis y la orquitis, el dolor es de inicio progresivo y suele estar localizado en un lugar concreto, el de la hidátide, sin afectar al resto del testículo”, señala el experto del Hospital Vithas Málaga. “Este apéndice, al torsionarse, se inflama y adquiere una coloración azulada que puede ‘transparentarse’ a través de la piel del escroto. Su tratamiento es con antiinflamatorios y reposo”, explica.

Niño en la cama de un hospital©AdobeStock

¿Cuándo hablamos de emergencia ante un dolor testicular?

Hay varios problemas como la torsión testicular y la hernia incarcerada ante las que hay que acudir con premura a las urgencias para que el niño sea tratado cuanto antes.

  • Torsión testicular. Es más habitual en recién nacidos y en adolescentes y se trata de una emergencia médica que necesita un tratamiento quirúrgico urgente. “Se produce porque el testículo rota sobre sí mismo, lo que resulta en un estrangulamiento de los vasos sanguíneos que le aportan la sangre, y en dolor, por falta de riego sanguíneo (isquemia)”, concreta el pediatra. Las manifestaciones que hacen sospechar de una torsión testicular es un dolor muy intenso en el escroto que ha aparecido de repente, de forma esponténa, sin que haya un desencandente o tras un golpe. “En algunos casos, el niño también puede referir dolor también en el abdomen y tener vómitos. Al explorarlo, el testículo está aumentado de tamaño respecto al del otro lado y la piel del escroto puede observarse ligeramente enrojecida”, destaca. En la mayoría de las ocasiones, solo afecta a uno de los dos testículos, pero podría presentarse en los dos.

    Ante esos signos de alarma, hay que consultar con un servicio de urgencias de Pediatría. “En caso de dudas, la ecografía testicular puede ayudar a definir su diagnóstico. El tratamiento, en caso de sospecha o de confirmación por ecografía, es la cirugía del testículo. Es importante consultar en las primeras horas del dolor, pues pasadas seis horas disminuye la posibilidad de que el testículo se recupere de la isquemia y, por tanto, la posibilidad de conservarlo”, advierte el Dr. José Enrique Sánchez.
  • Hernia escrotal incarcerada. En este caso, hay una salida del contenido del abdomen hacia el escroto, a través de una comunicación entre ambos. Se manifiesta con un aumento de volumen del escroto y, como señala el especialista, “en muchas ocasiones esta hernia es reductible, es decir, que su contenido se puede ‘empujar’ manualmente de nuevo hacia el abdomen y así reducir la hernia. En otros casos, sin embargo, la hernia es dolorosa y no es reductible, lo que se conoce como hernia incarcerada y, si progresa, hernia estrangulada. Su tratamiento es la reducción de la hernia bajo sedación y analgesia”, concluye.