‘Padres helicóptero’©GettyImages

Psicología

‘Padres helicóptero’: así hacen dependientes a los hijos (con la mejor intención)

¿Qué significa el término ‘padres helicóptero’ y cómo puede repercutir en el comportamiento emocional de los niños a largo plazo?

El término ‘padres helicóptero’ procede de otro inglés, ‘parenting helicopter’, y hace referencia a aquellos padres y madres que siempre ‘sobrevuelan’ en torno a sus hijos, que controlan todo lo que hacen. Sin duda, algo que estos progenitores hacen con su mejor intención y, en muchos casos, sin ni siquiera ser conscientes de ello, pero la realidad es que puede causar un enorme prejuicio a los niños. ¿Cómo evitar ser un padre helicóptero? Para ello, lo primero es saber qué es ser un ‘padre helicóptero’ para poder tomar conciencia y centrarnos en modificar aquellos parámetros o comportamientos que pudieran estar perjudicando a nuestros hijos.

De hecho, ese es precisamente el motivo que llevó a acuñar el término: “la necesidad de los especialistas de querer familiarizar a las personas con sus dificultades de una forma menos invasiva o atacante” porque “ hacer analogías permite una mejor identificación consigo mismo y, por ende, una aceptación mas rápida”, detalla la psicóloga infantil Claudia Mazzei (@psicologaclaudiamazzei). Es, por tanto, un símil que se utiliza en psicología para entender un aspecto que afecta directamente al desarrollo emocional del hijo.

Esta analogía en concreto “hace referencia a la ventaja que tienen los helicópteros al sobrevolar zonas de visualizar, observar y controlar todo lo que ven”. Por ende, podemos definir a los ‘padres helicóptero’ como “personas con una necesidad adicional de observar, saber y controlar las acciones y decisiones de sus hijos” y, por tanto, de sobreprotegerlos.

¿Dónde está el límite de la sobreprotección?

En cualquier caso, para explicar a unos padres cómo deben educar a sus hijos, en primer lugar, entran en juego una serie de opiniones y pautas totalmente subjetivas, así como unos límites que pueden ser para algunos muy permisivos mientras que, para otros, muy restrictivos.

Pero, ¿por qué ese afán de sobreproteger de algunos padres? “Principalmente de algo que en psicología llamamos ‘creencias limitativas’ o ‘falsas creencias’, que son todos aquellos pensamientos, ideas o creencias de las que la persona está convencida, ya sea por patrones de crianza, por mecanismos de defensa, por consecuencia a experiencias, miedos, desconocimiento, entre otros muchos orígenes, pero, que a fin de cuentas, limitan la confianza y seguridad que pueden depositar en sus hijos”, nos explica la experta. Y nos pone como ejemplos las siguientes situaciones: ‘No puede comer solo todavía’ , ‘No va a saber defenderse en el colegio’… Y un sin fin de pensamientos más, que transformados en discursos, pueden darse situaciones como estas: ‘Hijo ven que mamá te da la comida y así, no te ensucias’ o ‘Merienda junto a la maestra para que no te vayan a molestar’. Es decir, que: “Estas son creencias tan irreales como el hecho de poder controlar todo sobrevolando en un helicóptero”, asegura.

¿Cómo mantener el equilibrio entonces? Dónde verdaderamente anida el problema de una sobreprotección parental es en el comportamiento emocional que tendrán los niños a largo plazo. Y es que muchos investigadores y expertos aseguran en algunos estudios realizados sobre el tema, que dar a probar cosas nuevas a nuestros hijos a edades tempranas les ayudará a resolver problemas por sí mismos, sin que los padres interfieran en su decisión. Brindarles ese tiempo para pensar y saber qué decisión tomar por ellos mismos es clave para que aprendan a desarrollar las capacidades necesarias para el control de sus emociones e impulsos, así como para su independencia. Aunque, ¡ojo! Porque dichos investigadores también sostienen que no se puede asegurar un ‘efecto causal’ en los pequeños, ya que son muchos los factores que influyen en la crianza del niño empezando por el ambiente familiar, rutinas, las relaciones en el colegio, con otros adultos, etc…

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Cómo llevar a cabo una crianza basada en la flexibilidad

Tal y como nos cuenta la psicóloga, la flexibilidad que se le puede dar a los niños en la crianza está basada en dos pilares fundamentales. Por un lado, en la confianza que tienes en ti mismo, y en lo que haces y transmites a tus hijos, y que por supuesto, ellos logran percibir, consolidar en ellos mismos y que, tú como padre, puedes sentir de ellos. Y, por otro lado, la seguridad de cada paso que das, cada decisión que tomas… siempre será para acompañarle en todo, pase lo que pase.

Todo ello, a su vez: “Debe estar totalmente ligado a los límites estables y sostenibles que se instauren en la crianza. Ser flexible no es sinónimo de falta de límites o normas. Por el contrario, en consulta siempre uso la frase: ‘Todo niño puede ser y sentirse libre, autónomo y realizado dentro de los límites claramente establecidos por sus padres’. Un ejemplo de crianza flexible sería, por ejemplo: ‘Es hora de guardar los juguetes. ¿Guardamos primero los legos o los carros?’, en esta situación claramente se ve que no guardar no es una opción. Se terminó la hora de diversión, pero el niño puede elegir por dónde empezar a guardar. Otro ejemplo es: ‘Vamos a salir a la calle, ¿cuál de estas prendas que te seleccioné prefieres ponerte?’”, nos explica.

Por tanto, la experta concluye que la flexibilidad es un patrón de crianza en el que se respeta el poder de decisión, se fomenta la autonomía y se rompe la falsa creencia de que negociar es perder autoridad. Sino que, se trata de educar desde la empatía, el respeto y, sobre todo: “El entendimiento de la pauta evolutiva en el que se encuentre el niño, para saber qué esperar de él y que no”, señala.

Consejos para una crianza positiva

Según la psicóloga infantil, existen una serie de consejos que son claves para trazar las bases de una crianza segura y positiva:

  • La psicoeducación, es la base de una crianza sana, todo lo que puedas aprender sobre el desarrollo emocional y físico de tu hijo se vera reflejado en una sana relación con ellos.
  • La terapia para padres, será el espacio en el que podrán sanar todas esas heridas que no quieren traspasarles a ellos, donde romperán con todas esas creencias limitativas que no les permiten ser los padres que sus hijos necesitan.
  • La empatía: te conectará con tu niño interior y te ayudará a entender mucho mejor sus necesidades.
  • La observación y escucha activa, te permitirá conocerlos, las respuestas están en ellos mismos, solo tienes que tomarte el tiempo de oír y observar.
  • La estructuración y cumplimiento de rutinas, disminuirá significativamente los niveles de ansiedad de ambas partes (niños y padres), te dará mejor uso de tu tiempo.
  • Límites claros y previamente establecidos, ya que usarlos de forma eventual, ocasional, o cuando los necesites, no surtirá efecto. Habituarse a vivir bajo límites establecidos es la clave para no tener que imponer normas.